Martinica es una isla del Caribe oriental, al sur de Dominica y al norte de Santa Lucía, que forma parte del grupo de islas conocido como las Antillas o Antillas menores. También se la llama «L’Ile aux Fleurs» (la isla de las flores) por su exuberante y colorida vegetación. La más alta de las muchas montañas de la isla, con 1.397 metros, es el famoso volcán Mont Pelée. Sus cenizas volcánicas han creado playas de arena gris y negra en el norte, que contrastan notablemente con las arenas blancas de Les Salines en el sur.

Martinica es un departamento de ultramar de Francia, por lo que sus habitantes son ciudadanos franceses con plenos derechos políticos y legales. Martinica envía cuatro diputados a la Asamblea Nacional francesa y dos senadores al Senado francés.

Como parte de Francia, Martinica forma parte de la Unión Europea y su moneda es el euro. Su idioma oficial es el francés, aunque muchos de sus habitantes también hablan el criollo antillano (Créole Martiniquais). Su capital es Fort-de-France.

La población de Martinica (unos 400.000 habitantes) está formada por varios grupos étnicos. Después de los indios arawak y caribes, los colonos franceses se instalaron en la isla. Después llegaron los esclavos de la costa africana de Benín, y tras la liberación de los esclavos, llegaron chinos e indios (tamiles) para trabajar en los campos. El grupo más numeroso es el de los mestizos, denominados criollos.

Hoy en día, la isla goza de un nivel de vida superior al de la mayoría de los países caribeños. Los productos franceses son fáciles de conseguir. Estudiar en la métropole (Francia continental) es habitual para los jóvenes adultos. Martinica atrae a muchos veraneantes, especialmente de Francia.

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