Descripción general
Una herida es cualquier tipo de lesión que rompe la piel, y su gravedad puede variar desde un pequeño corte hasta una herida punzante profunda. Para prevenir la infección y favorecer la cicatrización, todas las heridas necesitan cuidados.
Un raspón (abrasión) se produce cuando la superficie de la piel se lesiona sobre una superficie dura o rugosa, lo que hace que la piel rezume y, a menudo, sangre. Un corte tiene un borde limpio, mientras que un desgarro tiene un borde irregular. Tanto los cortes como los desgarros (laceraciones) pueden afectar a los tejidos profundos (p. ej., músculos, tendones y nervios) y es probable que sangren.
Guía de primeros auxilios
Tenga en cuenta que una herida profunda o que esté sangrando mucho no debe limpiarse, ya que puede producirse una hemorragia más intensa. Intente detener la hemorragia y busque rápidamente atención médica.
El primer paso en el cuidado de una herida es detener la hemorragia.
- Localice el origen de la hemorragia.
- Lávese las manos y, cuando sea posible, utilice guantes o una barrera entre usted y la herida.
- Retire los restos sueltos. Nota: NO extraiga los restos de una herida que esté incrustada.
- Con un apósito estéril o limpio, aplique presión directa.
- A menos que se sospeche que hay un hueso roto, eleve la zona lesionada por encima del corazón.
Si la hemorragia no se detiene después de 15 minutos de las medidas anteriores, busque atención médica inmediata.
La siguiente información se aplica a los primeros auxilios de las heridas que no son profundas o que sangran mucho.
Raspaduras:
- Lávese las manos y, cuando sea posible, utilice guantes o una barrera entre usted y la herida.
- Limpie la raspadura frotándola con jabón suave, agua y una toallita limpia, teniendo cuidado de eliminar cualquier residuo presente.
- Aplique una pomada antibiótica a toda la herida y venda la zona con un vendaje.
- Lávese las manos después de los primeros auxilios a las heridas.
No renuncie a limpiar la herida aunque parezca limpia.
Cortes y desgarros:
- Lávese las manos y, cuando sea posible, utilice guantes o una barrera entre usted y la herida.
- Limpie la herida con jabón suave y agua corriente.
- Aplique presión directa sobre la herida y eleve la parte lesionada por encima del corazón para controlar la hemorragia. Nota: si el apósito se empapa de sangre, añadir un nuevo apósito encima del actual en lugar de sustituirlo.
- Vendar la herida.
- Lávese las manos después de prestar los primeros auxilios a las heridas.
No renuncie a limpiar la herida aunque parezca limpia.
No respire sobre una herida o su apósito.
Heridas por punción:
- Lávese las manos y, cuando sea posible, utilice guantes o una barrera entre usted y la herida.
- Lave la herida bajo un fuerte chorro de agua jabonosa.
- Aplique una solución antiséptica y venda la herida con una gasa estéril. Nota: el uso de una pomada antibiótica en la herida o el vendaje apretado aumenta el riesgo de infección.
- Lávese las manos después de prestar los primeros auxilios a las heridas.
No renuncie a limpiar la herida aunque parezca limpia.
No respire sobre una herida o su apósito.
Nota: Consulte las medidas de autocuidado específicas para una herida con un objeto incrustado en Astilla u objeto extraño.
Las pautas generales para la limpieza y el vendaje de una herida son las siguientes:
- Lave a fondo la herida con un jabón suave y enjuague con agua corriente. Retire los restos, si es necesario.
- Secar la herida con una gasa estéril o un paño limpio.
- Vendar la herida con una cubierta estéril (por ejemplo, Band-Aid® si la herida es pequeña o gasa estéril o paño limpio si la herida es mayor), asegurándose de cubrir toda la herida. Adherir el vendaje cómodamente, pero sin cortar la circulación.
- Lávese las manos de nuevo después de administrar los primeros auxilios.
- Esté atento a los signos de infección de la herida, como la hinchazón, el enrojecimiento, el calor y la supuración.
Botiquín de primeros auxilios:
Un botiquín de primeros auxilios es necesario para tratar pequeñas emergencias de primeros auxilios en el lugar y como preparación para atender lesiones más graves hasta que se disponga de atención médica profesional. Asegúrese de contar con un botiquín de primeros auxilios debidamente abastecido y de conocer su contenido.