Que todos aprendamos de Hefesto
Soy una gran fan de la mitología griega, y hay un dios que me encantaría compartir con todos los interesados en la creatividad y el diseño. Para ser creativo, puede ser útil observar las cualidades de los dioses y diosas de diferentes culturas como la hindú, la egipcia, la sumeria, la bizantina, la celta, la nórdica, la romana y la griega, y cómo las nociones creativas de estas culturas se manifiestan en las historias que se cuentan. En este post, he decidido escribir sobre el dios griego Hefesto, que creo que tiene algunas cosas interesantes que enseñarnos sobre cómo utilizar todas las partes de nosotros mismos, lo roto y el todo para ser innovadores y aportar ideas nuevas y frescas a este mundo.
Entonces, ¿qué puede enseñarnos el dios griego Hefesto, compañero de Afrodita, la diosa del amor y la belleza, sobre la creatividad y el diseño? Pues bien, Hefesto era el dios de la Forja, y creó algunos de los objetos más bellos, como joyas finas y armas refinadas. Sin embargo, caminaba con una cojera y su cojera es una parte integral de sus cualidades como el más creativo de los dioses griegos.
La historia de fondo es que Hefesto fue despreciado por los dioses porque caminaba con cojera, fue arrojado del monte Olimpo (el monte de los dioses y diosas) para unirse a los mortales en la tierra, y para los griegos y sus poetas fue alabado ya que les enseñó cómo hacer arte y la importancia de hacerlo. Se le considera el dios de los que trabajan y crean con sus manos y de hacer arte en todas sus diversas formas. El propio Hefesto hace lo mismo, creando objetos ingeniosos, innovadores y bellos. Aunque no es ético, creó una fina cadena para su esposa Afrodita, que ella colgó sobre su cama. Pero poco sabía Afrodita que la cadena fue hecha por Hefesto para atraparla con sus amantes. La cadena me recuerda mucho a las cámaras de espionaje y vigilancia de hoy en día. A pesar de la trampa que hizo, el dios trajo muchas herramientas hermosas y útiles a la gente del mundo. Utilizó su quebranto, todas las burlas de los dioses y la infidelidad de su esposa como catalizador para crear arte, y fue su vehículo para resolver problemas de forma creativa. ¿Qué nos enseña esto?
La autocrítica es indudablemente tóxica y beber su veneno es aún peor, todos estamos predestinados a pasar por momentos difíciles en nuestra vida. Al igual que Hefesto tenemos nuestras propias luchas, no somos perfectos, y algunas personas nos amarán, nos odiarán, nos traicionarán, se burlarán de nosotros por no encajar en sus cajas ideales y todo eso. Pero, por favor, no pienses que porque seamos imperfectos o porque la situación en la que estamos no lo sea, deba ser nuestra razón para impedirnos ser creativos y expresarnos abiertamente. Tampoco te compares a ti mismo, ni a tu trabajo con el de otras personas o con el suyo, porque si lo haces, sólo te asaltarán pensamientos de que tu trabajo no es suficiente. Una de mis queridas profesoras, Lisa Henderson, me enseñó que «la vulnerabilidad es una fortaleza, no una debilidad». Por lo tanto, amigo mío, ser creativo es ser vulnerable. No permitas que tus roturas y tus cicatrices te impidan hacer lo que más te gusta. Tu historia, y tu vida con todos sus altibajos; es tu mayor activo, por favor nunca lo olvides. Es de nuestras heridas, cicatrices y de nuestra frágil alma, que crecen las cosas más bellas y más creativas.