Harry Potter es un fenómeno milenario que cautivó a una generación con siete libros y ocho películas. La autora de este mundo mágico de culto es J.K Rowling. Ella ha afirmado públicamente ser una mujer religiosa y ha declarado que los libros de Harry Potter no chocan con sus creencias. Sin embargo, la idea de la magia se ha asociado durante siglos con el trabajo del diablo. Por ello, muchos cristianos creen que Harry Potter es anticristiano y no es apropiado para el público al que va dirigido (Nexon & Neumann, 2006). De hecho, los temas subyacentes de la serie son esencialmente cristianos. Yo sostengo que equilibra los temas del cristianismo con el mundo de la magia.
Los paralelismos entre Harry Potter y el cristianismo son claros. El cristianismo es la religión derivada de las enseñanzas de Jesucristo y basada en la Santa Biblia. La historia de Jesucristo se encuentra en el Nuevo Testamento de la Biblia, donde es una figura central del cristianismo y se le conoce como la encarnación de Dios, el Mesías. Su propósito fue ser puesto en la tierra para morir por nuestros pecados. Luego resucitó tres días después. Los temas del sacrificio, la redención y el renacimiento son fundamentales en la teología cristiana.
No es baladí que la historia de Harry Potter se parezca a la de Jesucristo. Harry Potter es un niño que se queda huérfano y es maltratado por sus tíos. Se entera de su pasado y se da cuenta de que es un mago que hace magia. Empieza a darse cuenta de que tiene que cumplir una profecía por la que su familia fue asesinada. Al igual que Jesús, se le ha encomendado antes de nacer la tarea de cumplir un guión preestablecido que traerá la paz al mundo. Así comienza la batalla entre Harry Potter y Voldemort, entre el bien y el mal, y muchas personas pierden la vida a lo largo de los siete libros. Al igual que Jesús, para detener a Voldemort, Harry Potter tiene que dar el máximo sacrificio, su vida. En cierto sentido, Harry Potter es el Mesías de la historia.
Hay muchos paralelismos entre la Biblia y los libros de Harry Potter. En primer lugar, el trío de personajes formado por Dumbledore, Harry Potter y Fawkes (el misterioso fénix) se asemeja a la trinidad bíblica del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El personaje de Dumbledore posee poderes más allá de la capacidad de cualquier otro mago del mundo mágico. Es una figura paterna para Harry, un dechado de virtudes y bondad, y también el mayor defensor de los humanos no mágicos o «muggles», al igual que Dios es el mayor defensor de los débiles. El fénix fiel, Fawkes, puede relacionarse con el Espíritu Santo, porque tiene una poderosa capacidad de curación, al igual que el Espíritu Santo bíblico puede curar a los que confían. Tras la muerte de Dumbledore, Fawkes difunde su sabiduría y consuela a Harry cuando Dumbledore ya no puede, y sigue protegiendo y curando cuando se le necesita. Harry Potter es el inocente destinado a derrotar a Voldemort y redimir al mundo mediante el sacrificio, como Jesús. Gracias al poder de esta trinidad, Harry puede cumplir su profecía.
En segundo lugar están los paralelismos en la línea argumental. El impacto del cristianismo en Harry Potter es especialmente evidente en el séptimo y último libro: Harry Potter y las reliquias de la muerte (2007). Harry tiene su último enfrentamiento profético con Voldemort. Este enfrentamiento es un conflicto bíblico entre el bien y el mal en el que Harry se asemeja a Jesucristo como salvador de los mortales y del mundo de los magos, mientras que Voldemort se asemeja a Satanás. Al igual que Lucifer, Voldemort tuvo la oportunidad de Dumbledore de ser un verdadero mago y asistir a Hogwarts, aprendiendo a controlar y utilizar su magia, pero en su lugar se volvió contra él, con la esperanza de dominar y convertirse en el gobernante del mundo de los magos, de forma similar a como Satanás se vuelve contra Dios.
Pero el tema definitivo en las Reliquias de la Muerte, al igual que en el Antiguo y el Nuevo Testamento, es la idea del sacrificio. En Las Reliquias de la Muerte, se revela que Harry es un Horrocrux, una parte de Voldemort que tiene que ser destruida, para que pueda ser derrotado. «Harry debe entrar solo en el bosque prohibido, y sabe que será crucificado como lo fue Jesús» (McCarron, 2009). Como Jesús, Harry debe sacrificarse y acaba muriendo, sólo para renacer. Harry despierta en una escena que se asemeja al cielo, donde se encuentra con Dumbledore y se le ordena volver a bajar al mundo real y derrotar a Voldemort. En el mismo espíritu del sacrificio de Jesús, Harry está dispuesto a morir por los demás, aunque no sin mucha angustia a lo largo de los siete libros. «Harry acepta de buen grado la muerte cuando llega a comprender que ésta es necesaria para salvar a los demás, y no sólo a los que él ama particularmente» (Caldecott, 2008). Jesús murió para salvar a la humanidad del pecado y luego renació. Al igual que Harry, su vida se sacrificó con la esperanza de salvar a la humanidad.
Puede que Harry Potter no estuviera destinado a tener tantas líneas argumentales significativas que se entrelazan con el cristianismo, pero es evidente que las narrativas cristianas desempeñan un papel enorme en este libro. La vida de Harry Potter puede compararse con la de Jesucristo en aspectos significativos. La serie de Rowling impactó en la cultura milenaria y, debido a los significativos matices cristianos, los libros enseñan importantes mensajes bíblicos a una amplia audiencia. Rowling hace un buen trabajo al retratar un mundo mágico y precristiano que recuerda al paganismo, pero estructura la serie de novelas con la historia cristiana del sacrificio y la redención.
Caldecott, L. (2008, enero). Temas cristianos en Harry Potter. Recuperado de http://www.religion-online.org/article/christian-themes-in-harry-potter/
McCarron, B. (2009). El cristianismo en Harry Potter y las reliquias de la muerte. Notes on Contemporary Literature, 39(1), 10.
Neumann, I. B. (2006). El pop se convierte en religión: Harry potter meets Clifford Geertz. European Journal of Cultural Studies, 9(1), 81-100. doi:10.1177/1367549406060809