Hígado

Hay muchos tipos de enfermedades que pueden afectar al hígado y sus funciones. Algunas tienen tratamientos exitosos mientras que otras no. Algunos ejemplos de enfermedades comunes que afectan al hígado son:

Hepatitis autoinmune

Esta enfermedad hace que el sistema inmunitario del cuerpo se ataque a sí mismo y destruya el tejido hepático sano. La hepatitis autoinmune puede provocar cirrosis y otros daños en el hígado.

Atresia biliar

La atresia biliar es una enfermedad que afecta negativamente a los conductos biliares y al flujo de la bilis de una persona cuando es un bebé. Si no se trata, la afección puede causar cicatrices en el hígado y afectar al tejido hepático. Afortunadamente, hay tratamientos disponibles para esta afección.

Cirrosis

La cirrosis es una afección en la que el tejido cicatricial sustituye al tejido hepático sano. Una serie de condiciones pueden causar cirrosis. Entre ellas se encuentran el consumo excesivo de alcohol a largo plazo, la hepatitis crónica o trastornos genéticos poco frecuentes, como la enfermedad de Wilson.

Hemocromatosis

Esta enfermedad hace que se acumule un exceso de hierro en el organismo. Un exceso de hierro puede dañar el hígado.

Hepatitis A

La hepatitis vírica se refiere a una infección viral que causa inflamación del hígado. Los tipos de hepatitis tienen diferentes letras, incluyendo A, B, C, D y E. Cada una tiene diferentes causas y gravedad.

La hepatitis A es más común en los países en desarrollo que carecen de agua potable y tienen sistemas de saneamiento deficientes. La mayoría de las personas pueden recuperarse de la hepatitis A sin insuficiencia hepática ni complicaciones a largo plazo.

La hepatitis B

La hepatitis B puede causar una infección a corto o largo plazo. En los adultos de EE.UU., la enfermedad se transmite con mayor frecuencia por contacto sexual. Sin embargo, una persona también puede contraerla al compartir agujas o al inyectarse accidentalmente con una aguja contaminada. La enfermedad puede causar complicaciones graves, como insuficiencia hepática y cáncer. Existe una vacuna contra la enfermedad para prevenirla.

La hepatitis C

La hepatitis C puede ser una infección aguda o crónica. Lo más habitual es que se contagie al entrar en contacto con sangre que contiene el virus de la hepatitis C, por ejemplo, al compartir agujas sucias para inyectarse drogas o hacerse tatuajes. Con menos frecuencia, el contacto sexual sin protección con una persona infectada también puede transmitir la infección. Esta afección puede causar una inflamación que puede conducir a la cirrosis, la insuficiencia hepática y el cáncer de hígado.

La enfermedad del hígado graso no alcohólico y la EHNA

Son afecciones en las que la grasa se acumula en el hígado. Un exceso de grasa puede dañar el hígado, causando inflamación. La esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) es una forma de enfermedad del hígado graso no alcohólico que causa cicatrización o fibrosis. Las personas obesas y con enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes de tipo 2, son más propensas a padecer esta enfermedad.