Fuerza a que están sometidos todos los cuerpos por efecto de la gravitación universal («dos cuerpos se atraen con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de su distancia»).

Un cuerpo colocado en la Tierra, es atraído con una fuerza directamente proporcional ala masa de la Tierra (muchísimo mayor que la de cualquier cuerpo) e inversamente proporcional al cuadrado del radio terrestre. En la práctica, la masa de la Tierra puede considerarse concentrada en su centro.

La constante que relaciona las fuerzas de atracción y las masas de los cuerpos es la aceleración de la gravedad g. Así se comprueba que la fuerza de gravedad a que está sometido un cuerpo de masa m se identifique con su pesoP=m

Sobre un mismo cuerpo (y, por tanto, la misma masa), la fuerza de atracción varía con la altura (distancia al centro de la Tierra) y con la latitud (en efecto, el radio de la Tierra no es constante, sino que es menor en los polos); en consecuencia, g no es rigurosamente constante y, precisamente, varía entre un mínimo de 9,78 m/s2 en el ecuador (latitud 0o) y un máximo de 9,833 m/s2 en los polos (latitud 90°). Esas diferencias están aumentadas porque cada cuerpo, por efecto de la rotación terrestre, está sometido a una fuerza centrífuga rauV, en la que tu es la velocidad angular de la Tierra y r la distancia entre el cuerpo y el eje terrestre (la fuerza centrífuga es máxima en el ecuador y nula en los polos). Como valor medio de la aceleración de la gravedad se toma el que corresponde a 45° de latitud y a nivel del mar (# = 9,81 m/s2).

Por lo que concierne al coche, puede decirse que la gravedad influye en la adherencia y, por tanto, en la distancia de frenado, la estabilidad de marcha, etc., mientras que el equilibrado de los motores, sus vibraciones y todos los fenómenos dependientes de la masa (y no del peso) no resultan influidos, dada la invariabilidad de la masa.