Para cambiar de ritmo, deje atrás la bulliciosa ciudad de Estocolmo y diríjase a la encantadora campiña sueca. A lo largo del lago Mälaren, de agua dulce, encontramos el Palacio de Drottningholm y Sigtuna. Visite el Palacio de Drottningholm & Sigtuna, la primera ciudad de Suecia
El Palacio de Drottningholm (Drottningholm Slott) es la residencia privada de la familia real sueca, uno de los 10 palacios de los que disponen. Aquí es donde han crecido los Reyes de Suecia y sus tres hijos, la princesa heredera Victoria, el príncipe Carl-Philip y la princesa Madeleine. Construido en la isla Lovön a finales del siglo XVI, es el palacio real mejor conservado y representativo de toda la arquitectura europea de la época. El Palacio de Drottningholm y sus terrenos son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Sigtuna: Sigtuna es el lugar donde empezó todo. En el año 970, el rey Erik el Victorioso se fijó en los alrededores y encontró el lugar donde se construiría la ciudad de Sigtuna: una nueva era en la historia de Suecia estaba a punto de comenzar. Sigtuna es la ciudad más pequeña y más antigua que se conserva en Suecia, y en ella encontrará encantadoras casas de madera de colores a lo largo de la calle principal, antiguas ruinas de la iglesia, piedras rúnicas y una increíble vista del lago Mälaren. Este encanto campestre y los mejores bollos de canela de Suecia lo convierten en un destino turístico muy popular, donde mucha gente se detiene para disfrutar del tradicional Fika sueco.
Sigtuna puede cambiarse por Lidingö.
Lidingö: Al conducir por la isla de Lidingö se encuentra una mezcla de reservas naturales, bosques, campos y prados, que ofrecen el más maravilloso escenario. Entre el verde se encuentra una granja conocida como Elviksgården, gestionada como antaño. Retrocedemos en el tiempo a cuando la mayoría de los suecos tenían cerdos, caballos y vacas. Nuestro lugar favorito es Långängens Gården, una casa de madera roja con esquinas blancas, de la década de 1700, situada en lo que parece el medio de la nada. El interior da una idea de cómo era Suecia en los años 50. Durante los meses de verano es el lugar perfecto para darse un baño en el lago, o en el mar, así como para practicar kayak, montar en bicicleta y hacer barbacoas. La otra mitad del año, Lindingö ofrece excelentes condiciones para el esquí de fondo, el patinaje y el descenso en trineo por colinas cubiertas de nieve.