El cerebro humano representa sólo el 2% del peso corporal, pero utiliza alrededor del 20% de la glucosa total del cuerpo. Esto demuestra lo crucial que es el metabolismo de la glucosa para el buen funcionamiento de las neuronas y otros tipos de células del cerebro. Clásicamente, la glucosa se ha considerado principalmente como una importante fuente de combustible para el proceso energético de la actividad neuronal. Pero un análisis más detallado muestra que el metabolismo de la glucosa en el cerebro no es tan simple y puede tener muchas otras funciones reguladoras además de la de fuente de energía. Varios tipos de células del cerebro expresan diferentes transportadores de glucosa específicos, que les permiten regular su metabolismo de la glucosa de forma muy individualizada. Esto plantea la posibilidad de que el metabolismo de la glucosa en el cerebro pueda tener también otra relevancia fisiológica importante en tipos celulares específicos con fisiología diferente. Teniendo en cuenta estas posibilidades más amplias, los investigadores están interesados en comprender la implicación reguladora del metabolismo de la glucosa en otras funciones vitales del cerebro, como el equilibrio redox, la plasticidad neuronal, la potenciación a largo plazo y el aprendizaje y la memoria. También es interesante comprender la detección metabólica de los genes implicados en la plasticidad neuronal. Como parte del desarrollo de una comprensión traslacional del metabolismo de la glucosa en el cerebro, la investigación también se centra en explorar las consecuencias adaptativas y desadaptativas de los defectos en el metabolismo de la glucosa en la enfermedad de Alzheimer, que se observa años antes de que veamos cualquier otro síntoma visible, como la deposición de ovillos/placas y los déficits de memoria, etc., en los pacientes con EA. Esto nos permitirá descubrir las claves terapéuticas dirigidas a brazos específicos de esta vía, que podrían no sólo aumentar la neuroprotección sino también mejorar la plasticidad neuronal. Clásicamente, el lactato se consideraba una fuente de combustible sólo en condiciones anaeróbicas. Pero muchos hallazgos recientes han establecido que el lactato sirve como una importante fuente de combustible para las neuronas incluso en condiciones aeróbicas. A la luz de los últimos descubrimientos científicos, el papel regulador del lactato en el cerebro parece ser mucho más amplio que una simple fuente de energía. Los investigadores están profundamente interesados en comprender la implicación reguladora del lactato en ciertas funciones vitales de las neuronas distintas de la producción de energía.