Un estudio realizado por la Universidad de Southampton demostró que, en comparación con el paracetamol, el ibuprofeno o una combinación de ambos, ibuprofeno y paracetamol, no proporcionan ninguna ventaja para los pacientes en general con infecciones de las vías respiratorias (también conocidas como resfriados o dolores de garganta).
Además, la inhalación de vapor, otro método de tratamiento habitual, no aporta ningún beneficio claro y alrededor del 2% de las personas sufren un escaldado leve pero no lo suficientemente grave como para acudir al médico.
El profesor Paul Little, que dirigió el estudio, comenta: «El paracetamol, el ibuprofeno o una combinación de ambos son los tratamientos más habituales para las infecciones de las vías respiratorias. Los médicos probablemente no deberían aconsejar a los pacientes el uso de la inhalación de vapor en la práctica diaria, ya que no proporciona un beneficio sintomático para las infecciones respiratorias agudas y es probable que algunos individuos experimenten una lesión térmica leve. Del mismo modo, tampoco es probable que sea eficaz aconsejar de forma rutinaria el ibuprofeno o el ibuprofeno y el paracetamol juntos en lugar de sólo el paracetamol. Sin embargo, nuestra investigación ha demostrado que es probable que el ibuprofeno ayude a los niños y a los que padecen infecciones torácicas».
La investigación también demostró que era más probable que los pacientes volvieran en el plazo de un mes con un empeoramiento de los síntomas o con nuevos síntomas si se les prescribía ibuprofeno o ibuprofeno con paracetamol. Entre el 50% y el 70% más de los participantes en el estudio a los que se les recetó ibuprofeno o ibuprofeno con paracetamol regresaron.
El profesor Little admitió que se trataba de un resultado sorprendente y sugiere que el tratamiento puede contribuir a la progresión de la enfermedad. Y añade: «Esto puede tener algo que ver con el hecho de que el ibuprofeno es un antiinflamatorio. Es posible que el fármaco interfiera en una parte importante de la respuesta inmunitaria y provoque la prolongación de los síntomas o su progresión en algunos individuos. Aunque tenemos que ser un poco cautelosos, ya que se trata de hallazgos sorprendentes, por el momento yo personalmente no aconsejaría a la mayoría de los pacientes el uso de ibuprofeno para el control de los síntomas de la tos, el resfriado y el dolor de garganta.»
El ensayo de control aleatorio reclutó a 899 pacientes que acudieron a su médico de cabecera con síntomas de infección de las vías respiratorias. Recibieron diferentes tipos de tratamiento: paracetamol, ibuprofeno o una combinación de ambos. A los participantes se les dijo que lo tomaran cuando lo necesitaran o a intervalos regulares (cuatro veces al día) y a algunos también se les dijo que tomaran inhalaciones de vapor.
El estudio fue financiado por el programa de subvenciones del Instituto Nacional de Investigación Sanitaria (NIHR) para la investigación aplicada.