Según un estudio publicado en 2006 en el American Journal of Obstetrics and Gynecology, el síndrome del intestino irritable (SII) a menudo no se reconoce ni se trata en las mujeres con dolor pélvico crónico. El dolor en la región pélvica puede ser constante o intermitente, y se considera crónico si dura seis meses o más. Afecta al 33-39% de las mujeres en algún momento de su vida. El dolor incesante -que puede estar causado por cualquier sistema orgánico o enfermedad y puede tener múltiples factores contribuyentes- reduce la calidad de vida de quienes lo padecen.
El SII es una enfermedad gastrointestinal funcional crónica, a menudo debilitante, con síntomas de dolor abdominal, hinchazón y alteración de los hábitos intestinales, como estreñimiento o diarrea, o ambos. Se calcula que el SII afecta al 13-20% de los canadienses, y es significativamente más frecuente en las mujeres que en los hombres.
En un estudio que abarcó los años 1993-2000, investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill encuestaron a 987 pacientes femeninas en una clínica de dolor pélvico crónico. El 35% de las mujeres cumplían los criterios de Roma I para el SII, pero casi la mitad de ellas no habían recibido un diagnóstico de SII por parte de sus médicos. Además, más del 67% de las mujeres diagnosticadas de SII no recibieron ninguna recomendación de tratamiento por parte de sus médicos. Los investigadores sugieren que la tasa de diagnóstico y tratamiento es incluso menor en una consulta de ginecología general que en esta clínica especializada en dolor pélvico crónico.
Un síntoma del SII es el dolor abdominal. Otros síntomas, como la alteración de la consistencia de las heces, también pueden causar dolor. Hay medicamentos disponibles para tratar los numerosos y variados síntomas del SII, pero este estudio demuestra que los médicos no están recetando alivio a sus pacientes con dolor pélvico crónico. Reconocer y tratar el dolor debido al SII podría disminuir el número de mujeres que sufren dolor pélvico.