La articulación sacroilíaca (SI) es la articulación que conecta la columna vertebral con la pelvis y sirve principalmente para soportar el peso. Cuando la articulación sacroilíaca es dolorosa, actividades como caminar, sentarse y estar de pie pueden estresarla, provocando un empeoramiento del dolor.
Hay varias causas comunes para el dolor de la articulación SI:
- Artritis degenerativa (osteoartritis) por el roce de los huesos al dañarse o desgastarse
- Estados de artritis inflamatoria como la espondilitis anquilosante
- Embarazo, que ejerce una presión adicional sobre los huesos o provoca un cambio en la marcha de la persona
- Cualquier condición que altere el patrón normal de la marcha
Síntomas
Los síntomas típicos incluyen:
- Dolor en la parte inferior de la espalda, normalmente por debajo de la línea del cinturón
- Dolor que se irradia a la nalga y a la parte posterior del muslo
- El dolor puede experimentarse más comúnmente en un lado del cuerpo pero podría ocurrir en ambos lados
Diagnóstico
Para diagnosticar su condición, tomaremos un historial médico y realizaremos un examen médico. Basándonos en nuestros hallazgos, también podemos utilizar las siguientes herramientas de diagnóstico:
- Imágenes como las radiografías, aunque rara vez hay hallazgos radiográficos concluyentes que se correlacionen con el dolor de la articulación sacroilíaca
- Inyección diagnóstica en la articulación para identificarla como generadora de dolor
Tratamiento
La articulación sacroilíaca puede ser una articulación difícil de tratar debido a las diversas fibras nerviosas que contribuyen a su sensibilidad. En el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, disponemos de las últimas tecnologías que nos permiten proporcionar un alivio prolongado del dolor, como:
- Medicación
- Fisioterapia: Los ejercicios específicos de fisioterapia pueden corregir la anomalía biomecánica subyacente que está causando el dolor en la articulación SI. Los pacientes suelen tener ejercicios en casa para facilitar las mejoras de la fisioterapia. El terapeuta puede emplear una variedad de terapia manual («hands on») para estirar las estructuras tensas y normalizar la mecánica de la articulación. El terapeuta también puede solicitar que el paciente evite ciertas actividades para prevenir lesiones recurrentes.
- Terapia ocupacional: La terapia ocupacional puede prescribirse para proporcionar instrucción en actividades de la vida diaria, incluyendo la mecánica corporal y las posturas para sentarse o dormir, con el fin de prevenir la recurrencia.
- Terapia de inyección en la columna vertebral: Esto puede considerarse si el dolor es demasiado intenso para hacer fisioterapia o si la terapia no es eficaz.
- Ablación por radiofrecuencia (RFA): La ARF de las ramas laterales de la articulación sacroilíaca puede tratar las lesiones nerviosas en la mayoría de los nervios que irrigan la parte posterior de la articulación. Esto suele ofrecer meses de alivio del dolor.
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