Objetivo del estudio: La debilidad motora grave es un síntoma bastante infrecuente en el curso de la estenosis lumbar. Los objetivos de este estudio son tres: describir el déficit motor, evaluar los factores de pronóstico y determinar el tipo de estenosis con mayor probabilidad de complicarse con la pérdida motora.
Material y métodos: Se han estudiado retrospectivamente 61 pacientes consecutivos con una edad media de 63 años, operados de una estenosis lumbar y con un déficit motor grave. El seguimiento medio fue de 38 meses. El resultado funcional global se evaluó según una escala de valoración, especialmente desarrollada en nuestra unidad para el seguimiento de la estenosis lumbar. La capacidad motora se calificó de 0 (parálisis completa) a 5 (fuerza normal). Según esa escala, la debilidad motora se calificó como 0, 11 veces como 1, 11 veces, como 2, 11 veces y como 3, 28 veces. El déficit era unilateral en el 79% de los casos y multirradical en el 58% de los pacientes. Las anomalías de los esfínteres también estaban presentes en 9 casos. En 9 de cada 10 pacientes el déficit motor estaba en el territorio de L5. La estenosis se extendía a 3 niveles en 30 casos y era focal en los restantes. La espondilolistesis degenerativa se reveló en 20 pacientes. En 3 de los 4 casos la descompresión se realizó después de 3 semanas de debilidad motora y dentro de las 3 semanas en los casos restantes.
Resultados: Según nuestra escala de valoración los resultados globales se consideraron excelentes en 29 casos, buenos en 21 y regulares en los 11 restantes. No hubo ninguna complicación y no se observó ningún empeoramiento postoperatorio del déficit. La regresión de la debilidad motora fue completa en 22 ocasiones, parcial en 29 y nula en 10. En los once déficits completos con cotación 0, uno retrocedió completamente, 7 retrocedieron parcialmente y no se observó ninguna mejora en los 3 casos restantes. 6 de los 9 pacientes con anomalías de los esfínteres se recuperaron completamente. En este estudio, los parámetros de pronóstico favorable fueron los siguientes: edad inferior a 62 años, déficit monorradicular, estenosis a un nivel y asociación con una hernia discal. Por el contrario, la gravedad de la debilidad motora inicial, la asociación con anomalías de los esfínteres, la presencia o no de una espondilolistesis degenerativa o de un bloqueo completo en el mielograma no fueron variables influyentes. Las probabilidades de recuperación disminuyeron estadísticamente cuando la descompresión se realizó después de 6 semanas.
Discusión y conclusión: No se ha publicado ningún estudio que trate específicamente el resultado postoperatorio del déficit motor causado por la estenosis lumbar. Sin embargo, la tasa de recuperación motora (completa o parcial) revelada en nuestra serie es comparable a la encontrada en otras series que tratan de forma más general el resultado postoperatorio global. En nuestro último seguimiento, el 82% de nuestros pacientes fueron considerados con un resultado excelente o bueno. Se puede concluir que la existencia de un déficit motor no es un factor peyorativo importante del resultado funcional global final. La debilidad motora se observa con mayor frecuencia en los pacientes de edad avanzada, en los casos de espondilolistesis degenerativa o cuando la hernia discal se asocia a una compresión ósea. Las posibilidades de recuperación son mejores, cuando el déficit es monorradicular, cuando la estenosis es focal, o está asociada a una hernia discal y cuando el paciente es relativamente joven.