La metadona entra en la categoría de medicamentos opiáceos y ayuda a los pacientes a sentir menos síntomas de abstinencia como parte de un programa de tratamiento asistido con medicamentos (MAT). Aunque la metadona se considera un opioide, tiene un alto perfil de seguridad si se toma con la supervisión de un médico. Obtenga más información sobre los principales ingredientes de la metadona y su historia.
Ingredientes principales de la metadona
Todos los medicamentos de metadona tienen como ingrediente principal el clorhidrato de metadona. La metadona pura se presenta en forma de polvo blanco que los proveedores médicos pueden disolver en una solución. Como opioide sintético, la metadona contiene compuestos creados en un laboratorio mediante reacciones químicas. La metadona tiene características similares a las de la morfina, pero su inicio es diferente. Tiene efectos graduales y suaves que facilitan a los médicos su control durante la TMA.
El ingrediente principal del medicamento metadona activa los receptores opioides del cerebro para satisfacer su necesidad de opioides. A medida que alguien desarrolla una adicción a los opioides, su cerebro empieza a depender de ellos para las funciones esenciales. Cuando intentan dejar de tomar opiáceos, su cerebro desencadena síntomas de abstinencia. La metadona funciona como un agonista opiáceo completo, lo que significa que activa totalmente los receptores opiáceos. También tiene propiedades de bloqueo de los opiáceos que reducen los efectos de otros opiáceos, facilitando el compromiso con el tratamiento.
Más información sobre la historia de la metadona
Los científicos alemanes crearon la metadona por primera vez en la década de 1930. Buscaban un analgésico que tuviera efectos similares a los de la morfina pero con menos propiedades adictivas. Cuando los suministros de analgésicos se redujeron durante la Segunda Guerra Mundial, los científicos sintetizaron la metadona para resolver el problema. Estados Unidos recibió los derechos de uso del medicamento al final de la guerra.
Cuando las tasas de adicción a la heroína aumentaron en la década de 1960, los profesionales de la medicina volvieron a estudiar los usos de la metadona. Pensaron que la metadona podía controlar el trastorno por consumo de heroína, y el gobierno finalizó la normativa sobre la metadona en 1972. Los primeros programas de mantenimiento con metadona aparecieron en Canadá, y los Estados Unidos los adoptaron poco después.
¿Cómo se utiliza la metadona hoy en día?
Hoy en día, la metadona se utiliza a veces para el tratamiento del dolor, pero se usa principalmente como medicamento en el MAT. Durante el MAT, el paciente toma una medicación que reduce sus síntomas de abstinencia. Una vez controlados sus antojos y síntomas, el paciente puede trabajar en el desarrollo de sus habilidades de recuperación. Los programas de MAT incluyen una terapia individual que permite a los pacientes explorar sus pensamientos y sentimientos en torno a los opioides. También pueden aprender habilidades de afrontamiento, encontrar formas de reintegrarse en la comunidad, reincorporarse a sus círculos sociales y otras tareas relacionadas con la recuperación. Un paciente puede tomar metadona como su medicamento MAT si:
- Tiene síntomas graves de abstinencia
- Ha estado consumiendo dosis muy altas de opioides recetados o ilícitos
- Necesita una estructura adicional durante la recuperación
- Tiene dificultades para comprometerse con su plan de tratamiento
Décadas después de su invención, seguimos utilizando la metadona para ayudar a los pacientes que tienen síntomas graves de trastorno por consumo de opioides. Tiene años de resultados demostrados en la mejora de la vida de las personas.