Curación de heridas en el paciente con diabetes mellitus

Los informes sobre una mayor incidencia de complicaciones de las heridas en pacientes quirúrgicos con diabetes mellitus pueden reflejar en realidad la mayor incidencia de riesgos quirúrgicos generales o de anomalías metabólicas asociadas a la diabetes mellitus. Factores como la edad, la obesidad, la malnutrición y las enfermedades macro y microvasculares pueden contribuir a la infección de la herida y al retraso en su cicatrización, especialmente en el paciente diabético de tipo II. Además, la hiperglucemia causada por la disminución de la disponibilidad de insulina y el aumento de la resistencia a la misma puede afectar a la respuesta celular a la lesión tisular. Los estudios sobre las células inmunitarias necesarias para la cicatrización de las heridas, como los leucocitos PMN y los fibroblastos, así como los estudios sobre el tejido lesionado, sugieren que existe una respuesta retardada a la lesión y un funcionamiento deteriorado de las células inmunitarias en la diabetes mellitus. Hay pruebas de que estas alteraciones pueden ser el resultado tanto de un defecto inherente (genético) como de una menor disponibilidad de insulina y un aumento de la concentración de glucosa en sangre. En el momento del ingreso hospitalario, poco se puede hacer para afectar a la mayoría de los factores de riesgo o defectos celulares inherentes. Sin embargo, los niveles de glucosa en sangre pueden controlarse con el uso de la monitorización de la glucosa en sangre a pie de cama y el ajuste frecuente de la dosis de insulina. El personal de enfermería ha desempeñado tradicionalmente un papel importante en la supervisión de la recuperación de la cirugía y en la vigilancia de los signos de infección y de las complicaciones de las heridas. Estas funciones de enfermería son especialmente importantes en el paciente diabético. Además, la evaluación frecuente de la eficacia del tratamiento con insulina es una función de enfermería importante durante todo el periodo perioperatorio. Mediante la mejora de la gestión de los niveles de glucosa en sangre en los pacientes quirúrgicos, las enfermeras pueden tener un gran impacto en la incidencia de las complicaciones de las heridas en la diabetes mellitus.