Si tiene su propio negocio, probablemente ya conozca las cuentas por cobrar en sentido general: es el dinero que se le debe y que aún no ha recibido. Cuando permite que un cliente le compre algo a crédito, le está concediendo un préstamo. Ellos, a su vez, deben realizar el pago dentro de un plazo determinado.
Pero ¿sabía usted que hay algunos tipos diferentes de entradas que pueden ocurrir en sus cuentas por cobrar?
Notas por cobrar
Una de las categorías más comunes de cuentas por cobrar son las notas por cobrar, que no es tan diferente de las cuentas por cobrar regulares, excepto en lo que respecta a los plazos de pago. Mientras que en una cuenta por cobrar normal se le da a un cliente un plazo de dos meses para pagar, con los pagarés por cobrar esta fecha de pago puede ampliarse, generalmente hasta un año o más.
Este plazo de pago ampliado se acuerda entre usted y el cliente (el deudor) mediante un pagaré. Un pagaré ayuda a hacer valer su derecho legal al pago del deudor.
(¿Qué ocurre cuando está claro que un cliente no va a pagar su deuda? Averígüelo leyendo sobre deudas incobrables.)
Si el pagaré vence dentro de un año o menos, entonces el pagaré por cobrar es parte de sus activos corrientes y se anotará como tal en su balance. Si el pagaré le da al deudor más de un año para pagar, entonces la cuenta por cobrar se convierte en un activo a largo plazo.
Comercios por cobrar
Otra cuenta por cobrar común es Comercios por cobrar, que se aplica siempre que usted hace una venta de un producto o servicio a un cliente a crédito. La única diferencia entre las cuentas por cobrar comerciales y las cuentas por cobrar normales o los pagarés por cobrar es que estos asientos contables son el resultado directo de una venta realizada por su empresa.
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Otros tipos de cuentas por cobrar
¿Qué otros tipos de cuentas por cobrar podría registrar en el curso de la gestión de su negocio? Los intereses por cobrar son una posibilidad. Se trata de los intereses devengados por los pagarés a cobrar u otros activos que se añaden a la cuenta de intereses a cobrar al final de cada período contable.
Otras cuentas a cobrar incluyen los préstamos realizados a los empleados o a otras empresas y los anticipos sobre los salarios pagados a los empleados. Si no está seguro de si una cuenta por cobrar es lo suficientemente distinta como para merecer su propia cuenta separada de las Cuentas por Cobrar generales, pregúntese: ¿implica esta cuenta por cobrar algún factor de riesgo diferente al de otras cuentas por cobrar? ¿Será más (o menos) difícil de liquidar que otras cuentas por cobrar? Si la respuesta es «sí», entonces debería pensar en crear una cuenta separada para esta cuenta por cobrar en su balance.
Familiarizarse con los distintos tipos de cuentas por cobrar le ayudará a hacer un seguimiento de quién le debe qué, y cuándo, de una manera más organizada. Y ese es un paso crucial para asegurarse de que ingresa los fondos necesarios para mantener y hacer crecer su negocio.
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