Consejos para tratar el síndrome de la vejiga hiperactiva

Si tienes que orinar todo el tiempo, es bastante común atribuir las constantes interrupciones al hecho de que tienes una vejiga pequeña. Pero, ¿es realmente así? Investigamos un poco y descubrimos que el tamaño de la vejiga *varía* de 16 a 24 onzas, pero incluso si tu vejiga es más pequeña, no es una explicación para la urgencia o la frecuencia urinaria.

Al igual que la mayoría de las condiciones de salud de la vejiga y la pelvis, no existe una única explicación para las frecuentes idas al baño, pero si confías regularmente en la línea de la «vejiga pequeña», probablemente estés experimentando el síndrome de vejiga hiperactiva (OAB), una forma de incontinencia de urgencia. Hablamos con Lindsey Vestal, experta en salud pélvica y propietaria de The Functional Pelvis, sobre los síntomas y tratamientos más comunes.

Síntomas de la VAG

La VAG se suele descartar debido a la idea generalizada de que algunas vejigas aguantan menos que otras, pero cuando las ganas de orinar empiezan a perturbar tu vida diaria es el momento de evaluar lo que realmente ocurre. Lindsey dice que no es muy difícil llegar a un diagnóstico claro, ya que los síntomas de la OAB son fácilmente identificables:

  • Urgencias recurrentes y urgentes de orinar
  • Viajes frecuentes al baño, desencadenados por acciones específicas y cotidianas (p. ej. abrir la puerta para salir de su apartamento, o justo antes de una reunión de trabajo semanal)
  • Despertarse regularmente en medio de la noche para orinar
  • Perder el tiempo de camino al baño

Causas del síndrome de vejiga hiperactiva

Lindsey dice que normalmente debe orinar de seis a ocho veces al día, con un intervalo de tres a cuatro horas. Si se sobrepasa ese tiempo, es probable que la causa de los viajes sea muscular (lo que significa que hay un desequilibrio o debilidad en los músculos del suelo pélvico) o conductual (lo que significa que has entrenado accidentalmente a tu vejiga para que envíe una señal al cerebro para orinar antes de tiempo).

La edad y el peso corporal pueden aumentar ligeramente las probabilidades de padecer el síndrome de la vejiga hiperactiva, pero Lindsey dice que las causas conductuales y hereditarias también son muy comunes. Eso no significa que una vejiga hiperactiva (o pequeña) esté en su acervo genético, pero si usted es alguien cuyos padres siempre le decían que orinara antes de un largo viaje en coche, o ha hecho un hábito de correr al baño cuando llega a su oficina por la mañana, es probable que su cuerpo haya sido condicionado a sentir la necesidad cada vez que está saliendo por la puerta o saliendo del ascensor.

En realidad, su cerebro *debería* indicarle que su vejiga necesita ser vaciada cuando comienza a alcanzar el punto medio, generalmente alrededor de ocho onzas de líquido. Pero, si tienes OAB, las pausas frecuentes para ir al baño o los comportamientos familiares aprendidos probablemente estén provocando que tu cerebro envíe señales cuando no es realmente necesario. La buena noticia es que existen algunas formas sencillas y prácticas de combatir los síntomas de la OAB:

Entrenamiento de la vejiga

Debido a que la OAB tiene sus raíces en las asociaciones que su cerebro ha establecido con acciones o momentos específicos del día, una gran parte del tratamiento consiste en volver a entrenar su mente para que ignore las señales de que su vejiga está llena cuando realmente no lo está. Puedes empezar a entrenar la vejiga con pequeños pasos, como aumentar ligeramente el tiempo entre las idas al baño. Así, si eres una persona que va al baño cada hora, empieza por aumentar el tiempo a cada hora y quince minutos.

Ejercicios del suelo pélvico

Fortalecer y reentrenar los músculos del suelo pélvico mediante los ejercicios de Kegel correctamente ejecutados es un paso importante para reconstruir la resistencia de la vejiga que nunca debe subestimarse. Si sus impulsos se ven amplificados por la debilidad de los músculos del suelo pélvico, ponerse en sintonía con la función de su suelo pélvico puede ayudar a restaurar su control sobre cuándo y dónde necesita orinar.

Bebe más

Contrariamente a lo que la mayoría de la gente supone, beber menos agua no evitará las pérdidas o la incontinencia de urgencia. De hecho, la deshidratación puede hacer que la orina sea más ácida, lo que irrita la retención de la vejiga (lo cual, lo has adivinado, significa que la vejiga empieza a tener espasmos y a enviarte señales para que dejes salir el líquido antes de lo necesario).

Bebe mejor

Evita beber sustancias irritantes para la vejiga, como el alcohol, la cafeína o las bebidas carbonatadas. Pueden acelerar el proceso de envío de señales al cerebro de que ha llegado el momento de vaciar la vejiga, aunque todavía no esté reteniendo mucho líquido.

Una vez que reconozca los síntomas de la OAB podrá empezar a retomar el control de sus descansos para ir al baño.