Comprobar si hay complicaciones

Gama de casos de Fiebre del Valle:

  • No aparente – 60%
  • Leve a moderada – 30%
  • Complicaciones – 5% a 10%
  • Fatal – menos del 1%

El curso habitual de la enfermedad en personas por lo demás sanas es la recuperación completa en seis meses.

En la mayoría de los casos, la respuesta inmunitaria del organismo es eficaz y no es necesario ningún tratamiento específico.

Alrededor del cinco por ciento de los casos de neumonía (infección de los pulmones) por la Fiebre del Valle dan lugar a la aparición de nódulos en el pulmón.

Los nódulos son pequeños parches residuales de la infección que generalmente aparecen como lesiones solitarias, normalmente de 1 a 1,5 pulgadas de diámetro, y a menudo no producen síntomas. En una radiografía de tórax, estos nódulos se parecen al cáncer de pulmón. Desgraciadamente, no suele ser posible hacer un diagnóstico definitivo sin extirpar una parte o todo el nódulo mediante broncoscopia, aspiración con aguja o cirugía.

Otro cinco por ciento de los pacientes desarrollan cavidades pulmonares después de su infección inicial con la Fiebre del Valle.

Estas cavidades se producen con mayor frecuencia en adultos mayores, normalmente sin síntomas, y aproximadamente el 50% de ellas desaparecen en dos años. Ocasionalmente, estas cavidades se rompen, causando dolor en el pecho y dificultad para respirar, y requieren una reparación quirúrgica.

De los pacientes que buscan atención médica, entre el uno y el dos por ciento desarrollan la enfermedad que se ha extendido (diseminado) a otras partes del cuerpo.

El lugar más común de diseminación es la piel. Las biopsias de las lesiones cutáneas pueden revelar Coccidioides cuando se cultivan.

Los huesos y las articulaciones (especialmente las rodillas, las vértebras y las muñecas) son lugares frecuentes de diseminación.

Los cambios en los huesos y las articulaciones debidos a la Fiebre del Valle pueden verse en las radiografías y en las tomografías computarizadas de la parte del cuerpo afectada.

La meningitis es la complicación más grave y letal de la enfermedad diseminada.

Los síntomas incluyen dolor de cabeza, vómitos, rigidez de cuello y otras alteraciones del sistema nervioso central. Se requiere una punción lumbar para el diagnóstico definitivo de meningitis.

Imágenes clínicas de las complicaciones