Come moras
La temporada de moras abarca el final del verano y el principio del otoño y su uso puede adaptarse en consecuencia. Durante el mes de agosto nos gusta disfrutar de las moras servidas simplemente con un poco de azúcar y mucha nata. También son estupendas mezcladas en un martini frío en una noche templada. Más tarde, nos acostumbramos a la llegada del otoño con tartas calientes deliciosamente reconfortantes y pudines hechos combinando moras con las primeras manzanas de la temporada, con un efecto devastador.
HISTORIA
Las moras han crecido en Asia, Europa y América durante decenas de miles de años. Los registros arqueológicos muestran que los habitantes europeos las comían ya en el año 8.000 a.C.
Durante la Primera Guerra Mundial, los niños de Inglaterra tenían tiempo libre en la escuela para recoger moras para la producción de zumo que se enviaba a los soldados para ayudar a mantener la salud.
Hoy en día hay más de 2.000 variedades que se encuentran en las regiones más frías del mundo. Las moras son más apreciadas como alimento en Gran Bretaña y el norte de Europa que en cualquier otra parte del mundo.
BIOLOGÍA
Rubus fruticosus es el nombre latino de la mora europea, también conocida como zarza. Al igual que la frambuesa, es un fruto agregado y pariente de la rosa. Es un arbusto muy adaptable y de rápido crecimiento, que se encuentra en setos, bosques, praderas y terrenos baldíos. Es una buena especie pionera (colonizadora temprana de un hábitat), ya que puede crecer en suelos pobres y sus tallos espinosos ayudan a proteger los brotes jóvenes de otras plantas para que no se los coman.
PUNTOS
COMPRAR
Si es posible, no lo hagas: las bayas silvestres tienen un sabor profundo que raramente puede rivalizar con las variedades cultivadas. Coge un recipiente y un paraguas (para enganchar las ramas) y busca zarzas cerca de ti, evitando los bordes de las carreteras o los lugares contaminados. Incluso en las ciudades puedes encontrar moras que crecen en los matorrales, en los senderos junto a los canales y en las zonas boscosas.
Alternativamente, prueba en un mercado de agricultores o en una granja de recolección propia (las buenas moras no están muy disponibles en los supermercados porque son difíciles de transportar intactas). Busca frutas gordas, secas y de color oscuro que no estén ni demasiado firmes ni demasiado blandas. Comprueba que el fondo del recipiente no tenga manchas de bayas blandas o blandas. Confíe en su sentido del olfato para calibrar la calidad y la madurez.
Conservación
Mantenga las moras secas y frescas y consúmalas en uno o dos días. Las moras se congelan bien y es una buena idea tener unas cuantas bolsas en el congelador para utilizarlas con las manzanas en los pudines durante todo el invierno. Extienda las moras sin lavar en una sola capa en una bandeja y congélelas hasta que estén sólidas antes de transferirlas a bolsas o recipientes herméticos.
PREPARACIÓN
Lávelas bien antes de utilizarlas. Las moras varían en dulzura, así que ajuste la cantidad de azúcar que añada a las recetas según su gusto.
Miscelánea
Un extracto de How Green Was My Valley (Qué verde era mi valle) de Richard Llewellyn:
Oh, tarta de moras, con bayas tan grandes como tu pulgar, púrpuras y negras, y espesas de zumo, y una corteza para enternecerlas que se hará crema en tu boca, y ambas pasando con un sabor tal que te hará cerrar los ojos y desear vivir para siempre en la amplitud de ese rico momento.