Resumen
PIP: La circuncisión femenina (CF) es «la extirpación total o parcial de los órganos genitales externos femeninos». Existen 3 tipos de CF: 1) Sunna, en la que se extirpa el prepucio del clítoris; 2) escisión, que implica la extirpación de una parte o la totalidad del clítoris con una parte o la totalidad de los labios menores; y 3) infibulación o circuncisión faraónica (el tipo más severo), que incluye la escisión y la extirpación de los labios mayores dejando únicamente un pequeño orificio para permitir la salida de la orina y el flujo menstrual. La CF conlleva un alto riesgo de infección por el VIH porque suele practicarse sin anestesia y con una cuchilla de afeitar o un cuchillo. Los daños van más allá de lo físico: incluyen efectos secundarios a largo plazo en la salud física y psicológica de las mujeres. La batalla internacional contra la CF incluye una serie de actos legislativos y políticos: 1) En 1946, el gobierno colonial británico realizó uno de los primeros esfuerzos de este tipo al convertir la circuncisión faraónica en Sudán en un delito grave y castigado con la cárcel; 2) En 1959, Egipto aprobó una ley que ilegalizaba la circuncisión; 3) En 1977, el Comité Especial de Organizaciones No Gubernamentales sobre Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en colaboración con la OMS y UNICEF, organizó un subcomité para investigar la situación de las mujeres en 20 países africanos y publicó un informe; 4) En 1979 la OMS celebró una conferencia en Sudán titulada «Las prácticas tradicionales que afectan a la salud de las mujeres y los niños» cuyos resultados se publicaron en un informe; 5) En 1980 la OMS prohibió la práctica de la CF; 6) En 1984 se celebró un seminario panafricano en Dakar, Senegal, que estableció el Comité Interafricano contra las prácticas nocivas que afectan a las mujeres y los niños 7) En 1985, la Conferencia de la ONU en Nairobi sobre la Década de la Mujer aprobó resoluciones contra la PF; 8) En 1988, la 39ª Asamblea de la OMS/Región de África aprobó una resolución en la que se pedía la abolición de la mutilación sexual femenina. Los presidentes de varios países africanos han condenado la CF, entre ellos Benín, Burkina Faso, Kenia, Senegal, Yibuti, Guinea Bissau y Malí.