Una cefalea cervicogénica puede ser debilitante y recurrente, pero varias técnicas pueden ayudarle a controlar el dolor y a prevenir nuevas apariciones.
Su médico confirmará primero que tiene una cefalea cervicogénica. El médico puede aplicar presión en diferentes partes del cuello o de la base de la cabeza para determinar dónde se origina el dolor, y para ver si un punto concreto está desencadenando el dolor de cabeza. El médico también puede ver si una posición diferente del cuello provoca un dolor de cabeza. Si cualquiera de estas cosas provoca un dolor de cabeza, esto significa que el dolor de cabeza es cervicogénico.
Medicación
Dado que la inflamación y otros problemas con los nervios, los músculos, los tendones o las articulaciones pueden causar estos dolores de cabeza, su médico puede recomendar medicamentos orales de venta libre o prescribir un medicamento oral para aliviar el dolor. Estos incluyen:
- aspirina o ibuprofeno (Motrin)
- acetaminofén (Tylenol)
- un relajante muscular para aliviar la tensión muscular y reducir los espasmos
- un corticosteroide
Fisioterapia
Su médico también puede recomendarle fisioterapia para fortalecer los músculos débiles del cuello y mejorar la movilidad de sus articulaciones. Su médico también puede recomendarle terapias alternativas para disminuir el dolor nervioso, articular o muscular en el cuello. Entre ellas se encuentran la terapia de masaje, la manipulación de la columna vertebral mediante cuidados quiroprácticos, la terapia cognitiva conductual, la acupuntura y las técnicas de relajación. Otras opciones para controlar el dolor son:
- evitar las actividades que empeoran el dolor
- aplicar hielo o calor durante 10 a 15 minutos, varias veces al día
- usar un collarín cuando se duerme erguido para evitar doblar el cuello hacia delante
- practicar una buena postura al sentarse de pie, o al conducir (estar de pie o sentarse erguido con los hombros hacia atrás, y no inclinar la cabeza demasiado hacia delante)
Cirugía o inyección
En raros casos, la cirugía de la columna vertebral es necesaria para aliviar el dolor de cabeza cervicogénico debido a la compresión del nervio.
El médico también puede diagnosticar (y tratar) una cefalea cervicogénica con un bloqueo nervioso. Esto implica inyectar un agente adormecedor y/o un corticosteroide en los nervios de la parte posterior de la cabeza o cerca de ellos. Si el dolor de cabeza cesa después de este procedimiento, se confirma que hay un problema en los nervios del cuello o cerca de él. A veces, los médicos utilizan pruebas de imagen para tomar imágenes del interior del cuello y comprobar si hay problemas con las articulaciones o los tejidos blandos. Estas pruebas pueden incluir una radiografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética.
Prevención
Algunos casos de cefaleas cervicogénicas no se pueden prevenir. Este es el caso de las cefaleas derivadas de una afección como la artrosis, que tiende a establecerse con la edad. Algunas de las mismas estrategias para controlar el dolor también pueden prevenir estos dolores de cabeza. Por ejemplo, adopte una buena postura al sentarse o conducir. No duerma con la cabeza demasiado alta sobre la almohada. En su lugar, mantenga el cuello y la columna vertebral alineados, y utilice un collarín si duerme en una silla o sentado en posición vertical. Asimismo, evite los choques de cabeza y cuello cuando practique deportes para prevenir lesiones en la columna cervical.