Calostro y leche materna: los primeros alimentos de tu bebé

¿Cómo se nutre mi bebé de la leche materna?

¿Qué es el calostro?

El calostro es la primera leche que producen tus pechos. Su aspecto es amarillo porque contiene un alto nivel de caroteno, una forma de vitamina A. El calostro es bajo en grasa y alto en proteínas, y es fácil de digerir para tu bebé. Ya en el segundo trimestre del embarazo, tus pechos empiezan a producir calostro. ADVERTENCIA: es normal que salgan pequeñas cantidades de calostro por los pezones.

El calostro es la forma en que las mamás proporcionan a sus bebés proteínas, vitaminas y minerales esenciales, así como anticuerpos que protegen al recién nacido de bacterias y virus. El calostro actúa de muchas maneras dentro del cuerpo del bebé. Recubre los intestinos y sella los pequeños agujeros. Actúa como laxante para ayudar a tu bebé a expulsar las primeras heces con aspecto de alquitrán, conocidas como meconio. (La eliminación del meconio ayuda a reducir el riesgo de ictericia.)

¿Cómo se pasa del calostro a la leche materna?

Varios días después del nacimiento de su hijo, sus pechos comenzarán a producir mayores cantidades de leche. Esta leche será más fina, más blanca y más calórica que el calostro. Amamantar con frecuencia a su bebé poco después del nacimiento fomentará la producción de leche materna.

Tras el inicio de la lactancia, sus pechos producen leche baja en grasas. Esta leche es rica en proteínas y lactosa. A medida que se continúa con la lactancia, los pechos producen leche rica en grasas. Esta leche es más rica en calorías y grasas, y ayuda a mantener al bebé saciado al tiempo que favorece un buen aumento de peso.

¿Cómo se produce la leche materna?

Cuando su bebé empieza a chupar sus pechos, estimula los nervios de su pezón y areola. Tu cerebro responde a esto liberando hormonas que activan las células productoras de leche que la liberan en los conductos de tus pechos. Esta cadena de acontecimientos se conoce como el reflejo de expulsión de la leche, o «bajada de la leche».

El mantenimiento de un suministro completo de leche puede lograrse amamantando con frecuencia. La extracción de leche hace que se produzca más leche. También puede fomentar la producción de leche permitiendo que su bebé termine el primer pecho antes de ofrecerle el segundo. Esto ayuda a que el bebé reciba el equilibrio adecuado de leche baja en grasa y leche alta en grasa.

A medida que los pechos se llenan de leche, pueden hincharse, endurecerse, calentarse y doler. Esta situación se denomina congestión mamaria y es temporal. Amamantar con frecuencia es la mejor manera de aliviar la congestión.

También puede encontrar alivio colocando un paño húmedo y caliente en sus pechos antes de amamantar, y luego colocando una bolsa de hielo envuelta en una toalla en sus pechos después de cada sesión de amamantamiento. Utiliza el hielo sólo en los casos en que la congestión sea muy dolorosa y no se resuelva con la lactancia o la extracción de leche. Utilizar el hielo en exceso puede disminuir la producción de leche.

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