Cómo tratar con personas que hablan demasiado

El oyente Brian escribió con un dilema. Como muchos oficinistas, trabaja en un entorno de cubos abiertos. Es simpático y fácil de llevar, pero descubre que es un imán para los compañeros que se toman un descanso de su propio trabajo. La gente se sienta junto a su cubo y charla, a veces hasta media hora. Y cuando no están en su cubo, suelen estar cerca, conversando en voz alta o hablando por teléfono.

El trabajo de Brian implica muchas matemáticas y programación informática. En otras palabras, su trabajo es, ya sabes, trabajo. Brian dice que incluso ha intentado abrir el cajón de su archivador a modo de muro de privacidad, lo que, por desgracia, su jefe se apresuró a tachar de antisocial y de señal de no ser un jugador de equipo.

En definitiva, Brian se pregunta cómo puede ser más asertivo, defender su espacio y decirle a la gente que necesita paz y tranquilidad sin dejar que se acumule el resentimiento o parecer un imbécil.

Por lo tanto, esta semana, vamos a profundizar en qué hacer cuando Donny, de marketing, se pasa por aquí para enseñarte su último vídeo de gatos.

Un problema es el propio entorno; aquí, la ciencia está del lado de Brian. En un estudio de la Universidad de Sydney, dos profesores de arquitectura investigaron las ventajas de las oficinas abiertas frente a las tradicionales. Las ventajas de las oficinas abiertas son, en teoría, un mejor trabajo en equipo, creatividad y «facilidad de interacción». Pero el estudio descubrió que la interacción forzada no compensaba las desventajas de una oficina abierta, que coincidían exactamente con la experiencia de Brian: el ruido y la falta de privacidad.

Sin embargo, el verdadero problema es que Brian está atrapado por los Chatty Cathys y los Garrulous Garys del mundo. Es una sensación que nos resulta familiar a muchos de los que somos callados, y no es exclusiva de la oficina: puede ocurrir en fiestas, reuniones familiares o en cualquier lugar en el que las conversaciones triviales te hagan ojear el horizonte en busca de una ruta de escape. Ellen Degeneres compara esta sensación con la de estar en una autopista sin salidas cuando tienes que orinar.

«Seguir leyendo «Cómo lidiar con la gente que habla demasiado» en QuickAndDirtyTips.com