¿Ahorra para su jubilación? ¿Para la educación de sus hijos? ¿Para cualquier otro objetivo a largo plazo? Si es así, querrá saber cómo puede afectar la inflación a sus ahorros. La inflación es el aumento del precio de los productos a lo largo del tiempo. Las tasas de inflación han fluctuado a lo largo de los años. A veces la inflación es alta y otras veces apenas se nota. Los cambios a corto plazo no son el verdadero problema. El verdadero problema es el efecto de la inflación a largo plazo.
A largo plazo, la inflación erosiona el poder adquisitivo de sus ingresos y su patrimonio. Esto significa que aunque ahorres e inviertas, tu riqueza acumulada compra cada vez menos, con el mero paso del tiempo. Y los que posponen el ahorro y la inversión sufren un impacto aún mayor.
Los efectos de la inflación son innegables, pero hay formas de combatirlos. Debería poseer al menos algunas inversiones cuya rentabilidad potencial supere la tasa de inflación. Una cartera que gana un 2% cuando la inflación es del 3% pierde en realidad poder adquisitivo cada año. Aunque los resultados pasados no garantizan los resultados futuros, las acciones han proporcionado históricamente mayores rendimientos totales a largo plazo que las alternativas de efectivo o los bonos. Sin embargo, esa posibilidad de obtener mayores rendimientos viene acompañada de un mayor riesgo de volatilidad y de posibles pérdidas. Puede perder parte o la totalidad del dinero que invierte en una acción. Debido a esa volatilidad, las inversiones en acciones pueden no ser apropiadas para el dinero con el que cuenta a corto plazo. Tendrá que pensar si tiene la capacidad financiera y emocional para soportar esos altibajos mientras busca mayores rendimientos.
Los bonos también pueden ayudar, pero desde 1926 su rendimiento ajustado a la inflación ha sido menor que el de las acciones. Los Valores del Tesoro Protegidos contra la Inflación (TIPS), que están respaldados por la plena fe y el crédito del gobierno de EE.UU. en cuanto al pago puntual del principal y los intereses, están indexados para que su rendimiento se ajuste a la inflación. El capital se ajusta automáticamente cada seis meses para reflejar los aumentos o disminuciones del Índice de Precios al Consumo; mientras mantenga un TIPS hasta su vencimiento, recibirá el mayor de los capitales originales o el ajustado a la inflación. A menos que posea TIPs en una cuenta de impuestos diferidos, deberá pagar el impuesto federal sobre la renta más cualquier incremento del principal, aunque no recibirá ningún principal acumulado hasta el vencimiento del bono. Cuando los tipos de interés suben, el valor de los bonos existentes suele caer en el mercado secundario. Sin embargo, los cambios en los tipos y en los valores del mercado secundario no deberían afectar al principal de los bonos mantenidos hasta su vencimiento.
La diversificación de su cartera – gastar sus activos en una variedad de inversiones que pueden responder de forma diferente a las condiciones del mercado – es una forma de ayudar a gestionar el riesgo de inflación. Sin embargo, la diversificación no garantiza un beneficio ni protege contra una pérdida; es un método utilizado para ayudar a gestionar el riesgo de la inversión.
Todas las inversiones implican un riesgo, incluida la posible pérdida del capital, y no existe ninguna garantía de que cualquier inversión valga lo que usted pagó por ella cuando la venda.
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