¿Deberíamos preocuparnos por las arañas que vemos por casa? Sí y no.
En esta parte del país hay básicamente dos arañas que pueden hacer daño: la reclusa parda y la viuda negra. Tenga cuidado y mátelas con pesticidas orgánicos como el aceite de naranja, el spinosad, el neem y productos de aceite esencial como PureGro Bug Stop. Se supone que las arañas vagabundas y las arañas del saco amarillo también son algo peligrosas, pero nunca me he topado con ninguna de ellas.
Las arañas reclusas marrones suelen encontrarse en garajes, áticos, armarios y otros lugares oscuros y polvorientos. Son reclusas. La limpieza regular y el tratamiento con aceite de naranja y agua son eficaces. Las picaduras de la reclusa parda son peligrosas y pueden causar graves daños en la piel y el tejido muscular. Lo mejor es acudir a un médico, pero hay un tratamiento casero que puede ayudar. La savia de los tallos de consuelda aplicada a la picadura alivia el dolor y evita que la mancha se atrofie. Varios jardineros han informado del uso de esta técnica con buenos resultados.
Las viudas negras se encuentran un poco más al aire libre. Sus distintivas y densas telas blancas se ven incluso en el follaje de las tomateras a veces. No te atacarán, así que la única forma de ser mordido es tropezar con una telaraña o con la araña. Sólo tienes que estar atento a ellas. Si le pica una viuda negra, acuda a un médico. Sus picaduras son peligrosas.
Si sospecha que su hijo ha sido mordido por una viuda negra, acuda a urgencias de inmediato. Estas mordeduras pueden ser mortales para los niños pequeños. Para aliviar los síntomas y ayudar a prevenir la infección, lave la picadura con agua y jabón, aplique un paño frío o una bolsa de hielo envuelta en un paño, tome un analgésico de venta libre, eleve un brazo o una pierna para evitar la hinchazón y aplique una crema o loción antibiótica en la picadura. Si es posible, mate o capture a la araña y llévela al médico para comprobar la culpabilidad.
¿Pero qué pasa con las demás arañas? La mayoría de las arañas buenas no muerden y no son venenosas: las arañas saltadoras negras, las argiopes, las arañas lobo, las arañas cangrejo, las tejedoras del orbe e incluso las tarántulas no hacen daño a nadie y ayudan a controlar las plagas de insectos.
Las grandes y espectaculares argiopes, o arañas de jardín, son quizá las más interesantes. Tienen un aspecto dramático por sí solas, pero ver cómo tejen seda alrededor de una desafortunada polilla, saltamontes, katydid u otro insecto plaga que se estrella en la telaraña es fascinante. Sucede rápidamente.
Las arañas son como los canarios en el pozo de la mina ya que son muy delicadas y fáciles de matar con pesticidas químicos o incluso con los productos orgánicos que matan. Así que la mejor política, como siempre, es utilizar primero repelentes no letales y luego los pesticidas orgánicos de baja toxicidad rociados quirúrgicamente en las plantas o áreas infestadas de plagas si es necesario.