Aquí se explica cómo limpiar y cocinar calabazas de dos maneras diferentes. Además, si cocinas tus propias calabazas, ¡es un paso más para hacer puré de calabaza casero! Disfruta del sabor otoñal y de las bondades saludables de la calabaza fresca.
Elegir la calabaza adecuada
Antes de ponerte a cocinar, es importante elegir la calabaza adecuada para el trabajo.
- La calabaza más popular para cocinar es la «calabaza de azúcar» o «calabaza de pastel», que verás en el supermercado en otoño. Son más redondas y pequeñas que las calabazas normales para tallar. La pulpa es más dulce y menos fibrosa que la de las calabazas decorativas.
- Otra calabaza estupenda para cocinar es la calabaza japonesa Kabocha, que tiene un color naranja brillante. Es más dulce y sabrosa que la calabaza de azúcar y tiene una textura esponjosa.
¡Tenga en cuenta que todas las calabazas son comestibles! Las calabazas Jack-O’-lantern tienden a ser más rayadas, menos dulces, y tienen un mayor contenido de humedad que la calabaza de azúcar (pastel) más pequeña, pero aún así se pueden cocinar y comer.
Almacenamiento de las calabazas
Para almacenar las calabazas que no va a cocinar de inmediato, manténgalas frescas pero no tanto como los cultivos de raíces. Si tiene un dormitorio más bien fresco, esconderlas debajo de la cama funciona bien (pero no se olvide de ellas). También puede ser útil un cuarto de limpieza, un garaje o un sótano fresco. Se conservan mejor a una temperatura de entre 50° y 65ºF (10° y 18°C).
Cómo cocinar una calabaza
Calabaza para hornear
Hacer una calabaza es tan sencillo como limpiarla, cortarla en trozos y meterla en el horno.
- Calentar el horno a 325ºF.
- Fregar el exterior de la calabaza con un cepillo de verduras para eliminar cualquier suciedad visible.
- Corte el tallo, luego corte la calabaza por la mitad (de arriba a abajo). Utilice una cuchara para raspar las fibras y las semillas de cada mitad. Una cuchara de pomelo dentada o una cuchara de helado funcionan muy bien para esto. Limpie y guarde las semillas para asarlas, si lo desea.
- Corte las mitades de calabaza en trozos más pequeños y coloque los trozos con la piel hacia arriba en una fuente de horno poco profunda con tapa.
- Agregue agua hasta cubrir el fondo de la fuente y tápela bien.
- Coloque en el horno durante aproximadamente 1 hora o hasta que la calabaza esté tierna como un tenedor. El tiempo puede ser mayor o menor dependiendo del tamaño de tus piezas, así que vigílalas. En caso de duda, cocina más tiempo; no dañarás la calabaza.
- Deja que se enfríe durante 10 minutos, y luego corta la cáscara o saca la pulpa.
Asar la calabaza
Es aún más fácil asar la calabaza a una temperatura más alta durante un periodo de tiempo más corto, lo que le da ese sabor caramelizado. He aquí cómo:
- Calienta el horno a 400ºF.
- Frota el exterior de la calabaza con un cepillo de verduras para eliminar cualquier suciedad visible.
- Corta el tallo, luego corta la calabaza por la mitad (de arriba a abajo). Utilice una cuchara para raspar las fibras y las semillas de cada mitad. Una cuchara de pomelo dentada o una cuchara de helado funcionan muy bien para esto. Limpie y guarde las semillas para asarlas, si lo desea.
- Coloque la calabaza con el lado cortado hacia abajo en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
- Hornee de 35 a 50 minutos hasta que la calabaza esté blanda y casi colapsada.
- Déjela enfriar durante 10 minutos y, a continuación, córtele la piel o sáquele la pulpa.
Hacer puré de calabaza fresca
Este paso lleva 5 minutos: ¡Simplemente haz un puré con los trozos de calabaza cocida en un procesador de alimentos hasta que esté suave! Y ya está. Utiliza tu puré en pocos días. O congélelo en bolsas de congelación gigantes para su uso posterior.
(Nota: Si su puré está demasiado seco, añada agua. Si está demasiado aguado, cuélelo a través de una gasa o sobre un colador de malla fina.
Desde luego, no hay nada malo en utilizar calabaza enlatada; la principal diferencia es la textura. El puré hecho en casa tiene una textura más ligera, más fresca y más vegetal. El sabor de la calabaza enlatada sabrá predominantemente a las especias añadidas. Nos gusta utilizar el puré casero como base para sopas, en el pan de calabaza, magdalenas de calabaza, salsa de calabaza y mucho más.
Semillas de calabaza tostadas
¡No deje que esas semillas de calabaza se desperdicien! Son un sabroso aperitivo cuando se sazonan y se tuestan. Mira nuestra receta de semillas de calabaza asadas aquí.
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