Las personas tienen dolores de hambre o cólicos por diferentes motivos. Aquí se explican siete razones:
La hormona del hambre
El cerebro desencadena la liberación de una hormona llamada grelina en respuesta a un estómago vacío o en previsión de la próxima comida.
La grelina indica al cuerpo que libere ácidos estomacales para digerir los alimentos. Si no se consumen alimentos, los ácidos estomacales comienzan a atacar el revestimiento del estómago, provocando dolores de hambre.
Los estudios han demostrado que la grelina aumenta el hambre hasta un 30 por ciento cuando se administra a los adultos.
Calidad de los alimentos ingeridos
Las punzadas de hambre pueden producirse incluso cuando el cuerpo no necesita calorías.
Esto se debe a que la grelina interactúa con la insulina, la hormona que regula el azúcar en sangre. El descenso de los niveles de insulina hace que aumenten los niveles de grelina y, por tanto, de hambre.
La comida basura contiene grandes cantidades de azúcar y carbohidratos simples. Comerla provoca un pico en los niveles de insulina, seguido de un rápido descenso. A continuación, aumenta la grelina, aunque la comida se haya consumido sólo una hora antes.
De este modo, comer incluso grandes cantidades de alimentos de mala calidad puede aumentar el hambre y provocar la respuesta de punzada en el cuerpo.
Deshidratación
Muchas personas no pueden diferenciar el hambre de la sed porque los síntomas son muy similares.
La sed puede provocar síntomas como:
- dolores de estómago
- temblores
- irritabilidad
- mareos
El entorno
Algunas personas experimentan punzadas en respuesta a olores y vistas. Muchas personas tienen una respuesta física al olor de los productos recién horneados o de la cocina. Las imágenes de comida en la televisión o en Internet también pueden hacer que se les haga la boca agua.
Aunque este tipo de hambre puede no estar basado en una necesidad de comida, provoca síntomas físicos muy reales, incluidos los dolores de hambre.
Falta de sueño
Desde hace tiempo se asocia la sobrealimentación y el exceso de peso con la falta de sueño. Parece que los dolores de hambre pueden estar vinculados a la falta de sueño o a un sueño de mala calidad.
La falta de sueño aumenta los efectos de una sustancia química que hace que comer alimentos dulces, salados y ricos en grasas sea más apetecible, según sugiere un estudio de 2016.
Los participantes en el estudio privados de sueño ingirieron una comida que contenía el 90 por ciento de sus calorías diarias, pero fueron incapaces de resistirse a la comida basura apenas 2 horas después.
Estado emocional
Las personas pueden confundir sus señales cerebrales de comida con dolores de hambre en algunos casos. Esta situación puede producirse cuando alguien se encuentra en un estado emocional exacerbado.
Las investigaciones sugieren que el estrés y otras emociones negativas pueden hacer que parezca que el cuerpo necesita comida con urgencia, aunque no sea así.
Un estómago que retumba o gruñe a veces puede ayudar a distinguir entre el hambre emocional y el físico. Estos ruidos sólo se oyen cuando el estómago está vacío.
Medicación y condiciones médicas
Las punzadas de hambre pueden ser causadas por condiciones médicas en casos raros. Es el caso de las personas con diabetes, ya que el hambre aumenta cuando el nivel de azúcar en la sangre disminuye.
Puede indicar una infección o una enfermedad digestiva que requiere atención médica si los dolores aparecen junto con otros síntomas. Esté atento a síntomas como:
- diarrea
- mareos
- fiebre
- dolores de cabeza
- náuseas
- vómitos
- debilidad
Algunos medicamentos, incluidos ciertos antidepresivos, pueden interferir con las señales de hambre y la liberación de grelina.