Cambiar de colegio es difícil, y aún más difícil es hacer ese cambio durante el curso escolar. Si usted es un padre que tiene que trasladar a su hijo o hijos a otro colegio, anímese. Los niños se adaptan; puede que sólo haga falta un poco más de esfuerzo por su parte para ayudarles a asentarse en la nueva escuela.
Reunirse con la escuela antes de que el niño comience
Los administradores de la escuela serán los primeros en decirle que es importante que la escuela sea notificada de la llegada de su hijo, de cualquier necesidad especial que sus hijos puedan tener y de si hubo algún problema en la antigua escuela. Lo mejor es que se reúna con los administradores y el profesor antes de que su hijo entre por la puerta.
También puede hablar de cómo se siente su hijo o hijos con respecto a la mudanza, o si tiene un hijo tímido o con dificultades académicas que le preocupen. Recuerde que los profesores y el personal están ahí para ayudarle con la transición. Cuanto más esté dispuesto a compartir, más fácil le resultará a su hijo o hijos tener éxito.
También es igualmente importante señalar los puntos fuertes de su hijo, sus pasiones y lo que podría echar de menos de la antigua escuela. Por ejemplo, si su hijo tocaba en la banda de la escuela, y la nueva escuela no tiene un programa de banda, puede preguntar al personal qué ofrece la comunidad como alternativa, o si tienen otras sugerencias sobre cómo puede mantener a su hijo comprometido. Es fundamental que las cosas que a su hijo le gustaban hacer en la antigua escuela puedan trasladarse a la nueva comunidad.
Hable con su hijo sobre lo que puede esperar
Recuerde que cada niño tendrá su propia manera de afrontar el cambio. Algunos niños se harán oír, mientras que a otros les costará más expresar sus sentimientos. Pregunta a tus hijos qué necesitan, cómo puedes ayudarles y cómo se sienten con el cambio. Cuanto antes empiece a hablar con ellos sobre la mudanza, antes empezarán a abrirse.
Recuerde que sabe que la mudanza será dura para ellos y que usted está ahí para ayudar. Y cuando sus hijos compartan sus sentimientos, asegúrese de intentar comprender lo que están pasando y ser comprensivo aunque usted esté pasando por su propia transición y cambio.
Involucre a los niños en las actividades escolares
Averigüe con antelación qué ofrece la escuela en términos de actividades escolares. Es una gran manera de ayudar a los niños a comenzar la transición cuando se habla de las actividades de la nueva escuela en las que su hijo podría estar interesado en participar.
Si es posible, póngase en contacto con los entrenadores de la escuela, los profesores, los consejeros… cualquiera que considere que puede ayudar a que su hijo se sumerja en su nuevo entorno. Averigüe si la escuela tiene un sistema de compañeros para los nuevos estudiantes y, si es así, pida el nombre del compañero con antelación.
Dedique tiempo a los viejos y nuevos amigos
Una buena manera de comenzar la transición a la nueva escuela es ponerse en contacto con el nuevo profesor de su hijo y pedirle que los futuros compañeros de clase se ofrezcan a ser amigos por correspondencia. Los profesores suelen estar bastante abiertos a esta idea, ya que ayuda a salvar la distancia y anima a los estudiantes a participar activamente en la experiencia de otro niño.
Aunque es una gran idea animar a sus hijos a mantenerse en contacto con los viejos amigos, hacer nuevos amigos en la nueva escuela es aún más importante. Intente equilibrar el contacto con los viejos amigos y el contacto con los nuevos. A menudo se dará cuenta de que, una vez que sus hijos estén en su nueva escuela, sólo pasarán unas semanas antes de que los nuevos amigos empiecen a ser el centro de atención.
Manténgase en contacto y comprometido con la nueva escuela
Aunque parezca que su hijo se ha adaptado a su nueva escuela, asegúrese de comprobarlo periódicamente para hablar con los profesores y administradores, que pueden tener una mejor visión de lo bien que se está adaptando su hijo. Algunos niños pueden querer ocultar los problemas a sus padres y quieren que usted piense que todo va bien. En muchos casos, la escuela puede ver señales de problemas antes que usted.