A la gente le encantan las experiencias de audio de alta calidad – hasta el punto de que muchos están dispuestos a pagar una prima para instalar un nuevo sistema de sonido envolvente increíble en su casa o un estéreo de alta calidad en su coche. Pero entender la anatomía de un altavoz y saber qué hacen realmente los tweeters, los midranges y los woofers (y, lo que es más importante, cómo funcionan juntos) es la clave para asegurarse de que está gastando el dinero que tanto le ha costado ganar de la forma correcta.

¿Qué es un tweeter?

Para entender exactamente lo que hace un tweeter, sólo tiene que remitirse a cómo obtuvo su nombre en primer lugar. Piense en el sonido que emite un pájaro, comúnmente escrito como «tweet tweet tweet». Es bastante agudo, lo que le dice todo lo que necesita saber sobre este elemento particular de un altavoz.

Los tweeter están destinados a reproducir las frecuencias de audio más altas con la mayor precisión posible – normalmente las que caen dentro del rango de 2.000 Hz a 20.000 Hz. El extremo superior de este rango se considera generalmente como el «límite superior» de lo que el oído humano es capaz de escuchar, siempre que no tenga ningún tipo de daño en el oído interno trabajando en su contra.

Los tweeters están diseñados utilizando una bobina de voz que está suspendida dentro de un campo magnético fijo. La propia bobina de voz produce un campo magnético variable que, al trabajar en conjunto con el campo magnético fijo antes mencionado, permite que la bobina de voz (y el diafragma asociado) vibre. Esta vibración es, en última instancia, lo que genera el sonido que se escucha cada vez que se utiliza el altavoz.

Dependiendo de la aplicación, los tweeters especiales pueden fabricarse para reproducir frecuencias tan altas como 100 kHz – aunque esto no es necesariamente común en todos los altavoces que se encuentran.

¿Pero qué es un rango medio?

Un rango medio, comúnmente llamado graznador para continuar con el tema del «ruido animal», está diseñado para reproducir con precisión las frecuencias de sonido que normalmente caen en el rango de 250 Hz a 2.000 Hz. También utiliza la vibración para funcionar, esta vez en forma de transductor de rango medio (de ahí su nombre) que se mueve de un lado a otro para crear los sonidos que se escuchan.

El rango medio puede ser realmente el elemento importante de un altavoz, ya que en este rango es donde caerá la mayoría de los sonidos que se escuchan. Es lo que permite que su sistema de altavoces recree con precisión determinados instrumentos musicales, por ejemplo, y especialmente la voz humana.

¿Qué hace un woofer?

Considere que un woofer es esencialmente lo opuesto a un tweeter: mientras que un tweeter produce sonidos de alta frecuencia, un woofer es responsable de los sonidos bajos, normalmente entre los rangos de 40 Hz y 500 Hz. Incluso el nombre es similar: el «tweet tweet tweet» de un pájaro es agudo, mientras que el «woof woof woof» de un perro es bajo y potente.

Los woofers utilizan una bobina de voz (que está unida a la parte posterior del cono del altavoz) y un campo magnético para formar lo que se suele llamar un «motor eléctrico lineal». Cuando la corriente eléctrica fluye a través de la bobina de voz, la bobina comienza a vibrar. Esta vibración empuja o tira de la bobina contra el cono del altavoz, creando las ondas sonoras de baja frecuencia que usted ha llegado a disfrutar.

Interesantemente, mucha gente no se da cuenta de que un subwoofer y un woofer son en realidad dos cosas diferentes. Los subwoofers son woofers especialmente diseñados para reproducir frecuencias muy bajas, que suelen bajar a entre 20 Hz y 120 Hz. Esta es una de las razones por las que los subwoofers se utilizan principalmente en sistemas de cine en casa y sistemas de megafonía: cuando estás viendo tu película favorita y quieres sentirte dentro de esa enorme explosión de la que huyen los personajes, necesitas algo que pueda llegar lo más bajo posible y sólo un subwoofer lo hará.

Juntos, todos estos elementos funcionan para crear el tipo de experiencia sonora rica que la mayoría de la gente valora. Los dos objetivos de cualquier altavoz son siempre la «precisión» y la «inmersión». Al reproducir con precisión una amplia gama de frecuencias de sonido, los sonidos que salen de los altavoces suenan más parecidos a como lo harían si los escucharas en la vida real. Esto crea una sensación de inmersión, permitiéndole SENTIR que está en el escenario con su banda favorita o que está dentro de la habitación cuando dos personajes están hablando. No se trata tanto de transmitir información a través del sonido como de hacer que se olvide de que está disfrutando de un entretenimiento en primer lugar.

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