Los alimentos fermentados – ¿son recomendables para las mujeres embarazadas y los bebés pequeños?

Lo que una madre come afecta en gran medida a la calidad de la leche materna. Una cosa que aparece repetidamente en los estudios es la importancia de un microbioma digestivo vibrante en la madre lactante. No sólo un intestino sano es un tema común en la nutrición de la lactancia. También está relacionado con todos los aspectos de la salud y la inmunidad. Y esto entra realmente en juego en cuanto nace el bebé.

Cómo se desarrolla el microbioma intestinal con los bebés

Antes de que nazca un bebé, su microbioma intestinal es bastante sencillo. Los estudios sobre el desarrollo del microbioma fetal antes del nacimiento han constatado la presencia de bacterias sanas en el líquido amniótico, pero no colonizadas específicamente en el intestino. Es durante y justo después del parto cuando el intestino del bebé se puebla de cepas bacterianas. El bebé las ingiere al pasar por el canal del parto, a partir de las cepas vaginales de la madre, a través de la piel cuando se coloca piel con piel, y a través de la lactancia materna.

Es durante y justo después del parto cuando el intestino del bebé se puebla de cepas bacterianas.

La leche materna refuerza la colonización y maduración de las bacterias que ya están presentes en el intestino. Y también pone en juego su propia variedad especial de bacterias. Las madres lactantes, en su afán por producir leche, pueden asegurarse de que su propio intestino florezca durante el embarazo y después. Una de las formas de obtener probióticos a partir de los alimentos es bebiendo kéfir.

Una forma de asegurarse de que los bebés reciben suficientes bacterias buenas para proteger su organismo es ingerir kéfir a diario. Sólo una cucharada de kéfir contiene hasta 50 mil millones de organismos probióticos.

Las madres lactantes deben consumir una variedad de alimentos fermentados para asegurar una leche de calidad para su bebé.

Consumir alimentos fermentados durante el embarazo

La introducción de alimentos fermentados ricos en probióticos durante el embarazo también puede proporcionar beneficios para toda la vida. A saber, tales alimentos:

• crean un ecosistema interno saludable – los alimentos fermentados sientan las bases de un intestino sano y fuerte.
• proporcionan más nutrientes – cuando se fermentan, los nutrientes de los alimentos se centuplican. La microflora que abunda en los alimentos fermentados sin pasteurizar actúa como enzimas. Esto ayuda a procesar adecuadamente los alimentos y a liberar todos los nutrientes para que sean absorbidos. También ayudan a retener esos nutrientes para que su sangre entregue la mejor nutrición posible a cada célula en crecimiento del cerebro y el cuerpo en desarrollo de su bebé.
• Mejorar la digestión – la microflora de los alimentos fermentados aumenta la biodisponibilidad de cada comida mejorando la digestión.
• Reducir los daños del azúcar – la microflora disfruta de los azúcares de los alimentos y le protege de los daños que suele causar el azúcar.
• Controlar los antojos – los alimentos fermentados ayudan a controlar los antojos de carbohidratos. También proporcionan el sabor ácido que tantas mujeres embarazadas ansían intuitivamente.
• Ayudar al cuerpo a desintoxicarse – la microflora atacará las toxinas, combatirá los parásitos y restablecerá el equilibrio ácido/alcalino de sus intestinos.
• Ayudar a los bebés a digerir la leche materna – la leche materna es el alimento más perfecto de la naturaleza para los bebés. Pero primero hay que establecer un ecosistema interno saludable para que el bebé pueda digerir la leche.

¿Cómo empezar? Da pasos de bebé!

Comer alimentos ricos en probióticos es una de las mejores cosas que puedes hacer para influir en la salud de tu hijo. Mientras que la leche materna contiene grasas y bacterias saludables, los alimentos más utilizados para alimentar a los bebés carecen de ambas cosas. Los alimentos fermentados son como «la comida como medicina». Ayudan a la digestión, favorecen la inmunidad y aumentan el contenido nutricional de los alimentos. Se recomiendan para los bebés nacidos por cesárea, a los que se les han administrado antibióticos, los que tienen gases, estreñimiento u otros problemas estomacales.

Aunque ofrecer una variedad de alimentos a los niños ayuda a ampliar su paladar, el «ácido» es uno de los sabores que rara vez damos a los bebés. Por ello, los alimentos tradicionalmente fermentados son una forma maravillosa de introducir los sabores ácidos. Muchos niños consumen alimentos altamente procesados que son abrumadoramente dulces y salados. Ofrecer alimentos fermentados a los bebés desde una edad temprana, una vez que han empezado con los sólidos, puede realmente disminuir su deseo de consumir en exceso alimentos dulces.

Si quiere evitar dar leche de vaca a su bebé menor de un año, puede utilizar leche de cabra en su lugar para preparar kéfir.

Estamos formados por más células bacterianas que humanas y los «buenos» proliferan cuando consumimos alimentos fermentados. Aunque los suplementos probióticos pueden ser beneficiosos, sólo ofrecen unas pocas cepas diferentes de bacterias. Los alimentos fermentados ofrecen una gama mucho más diversa de bacterias buenas y aumentan una mayor variedad de los «chicos buenos» en su intestino.

Los alimentos fermentados deben introducirse gradualmente, comenzando con cantidades muy pequeñas. Es posible que los niños pongan una cara «agria» al principio, pero quizá luego le sorprendan pidiendo más de inmediato. Recuerda que se trata de un nuevo sabor al que deben adaptarse. Es posible que necesiten varios intentos para adquirir el sabor. Si al principio rechazan el sabor, intente ofrecérselo de nuevo en una semana aproximadamente.

Beber kéfir es beneficioso para los niños muy pequeños. Los batidos suelen ser la mejor manera de introducir el kéfir de leche en ellos.

Desarrollo de un intestino sano en los bebés

Una de las medidas más importantes que puede tomar y que determinará la salud y el bienestar a largo plazo de su bebé es asegurar el correcto desarrollo y mantenimiento del ecosistema interno de su bebé. Un ecosistema interno saludable es cuando los intestinos de su bebé tienen un equilibrio adecuado de microflora beneficiosa (bacterias buenas y levaduras beneficiosas). La microflora desempeña un papel importante en la lucha contra los virus, las bacterias y las levaduras patógenas. Así es como la madre naturaleza «vacuna» a tu hijo y le ayuda a desarrollar su inmunidad.

Además de mantener los agentes patógenos bajo control, la microflora también desempeña un papel fundamental a la hora de garantizar que tu bebé digiera la leche materna. De este modo, el bebé empezará a prosperar con este nuevo alimento y comenzará a ganar peso rápidamente. Dado que el cerebro del bebé aún está en pleno desarrollo, la leche materna, rica en nutrientes, ayudará a nutrir el cerebro del niño. También influirá en su nivel de inteligencia para el resto de la vida del bebé. Además, el calcio y el fósforo de la leche materna ayudarán a construir unos huesos y dientes sanos y fuertes.

Ayuda a crear una microflora sana en el intestino del bebé

El eslabón que falta en la salud de muchos bebés que nacen hoy en día es establecer la presencia de un ecosistema interno sano en el que la microflora buena supere a la mala.
Para tener un ecosistema interno sano, el bebé depende de que la madre le inocule una microflora sana al nacer. Aunque esto puede parecer fácil, a menudo la mala alimentación y los malos hábitos de vida privan a las mujeres de la microflora saludable, tan importante para el ecosistema interno del bebé.

Los bebés que carecen de una abundancia de bacterias beneficiosas comienzan la vida con dolorosos dolores gastrointestinales, como gases, cólicos y reflujo. También pueden sufrir estreñimiento infantil. No desarrollan la inmunidad necesaria. Tampoco tienen la capacidad de limpiar las toxinas heredadas de sus padres y abuelos.

Como el 80% del sistema inmunitario se encuentra en el tejido linfoide asociado al intestino (GALT). Los bebés que no desarrollan rápidamente un ecosistema interno saludable en su intestino tienen una inmunidad debilitada. También son más vulnerables a las alergias y a otros problemas más graves.

Hay culturas en todo el mundo que conocen desde hace tiempo los beneficios de los alimentos y bebidas fermentados para la nutrición de un bebé. Por ejemplo, en Rusia, incluyen el consumo de kéfir en la dieta de los niños a partir de los seis meses de edad.

Después de que los niños coman toda la variedad de alimentos, puedes utilizar frutas exóticas para dar sabor a tus batidos.

Historia sobre cómo el kéfir puede mejorar la salud de tu hijo

Me encontré con la historia de Donna Schwenk sobre cómo introdujo el consumo de kéfir en la dieta diaria de su familia y transformó la salud de su familia. Puedes ver la convincente historia de Donna: VÍDEO.

Aquí está el extracto:

«Pero cuando mi tercer hijo nació con casi 7,5 semanas de antelación y con un sistema inmunitario con problemas, supe que tenía que hacer algo para ayudarla. Encontré el kéfir y empecé a darle una cucharada en cada biberón y su vida se transformó. El kéfir lo cambió todo. Se recuperó y nunca tuvo una infección de oído, ni fue al médico por enfermedad, ni una sola vez, y ahora tiene diecisiete años. Cuando nació, los médicos me dijeron que tenía un sistema inmunológico débil y que probablemente siempre lucharía contra las enfermedades, pero creo que los alimentos cultivados cambiaron todo eso»

¡Espero que esta información sea beneficiosa para usted y toda su familia!
Disfruta a diario de tu kéfir casero <3

Este post ha sido escrito por nuestra bloguera invitada Vedrana Orlović de Kefirolicious.

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