7 Dimensiones del Análisis Aplicado de la Conducta

Esta semana vamos a profundizar en el campo del Análisis Aplicado de la Conducta, también conocido como «ABA». ABA) se basa en métodos científicos basados en la evidencia utilizando las 7 dimensiones (Baer, Wolf, Risley, 1968) que todos los profesionales deben seguir. Es importante que el plan de tratamiento de un individuo tenga objetivos siguiendo estas 7 dimensiones: 1) Generalidad, 2) Efectivo, 3) Tecnológico, 4) Aplicado, 5) Conceptualmente Sistemático, 6) Analítico, 7) Conductual. El objetivo final de un Analista de Conducta es provocar un cambio significativo en sus niños y familias y que ese cambio se produzca en situaciones distintas a las que se enseñaron explícitamente, (es decir, en la comunidad, en la escuela, con los miembros de la familia, etc.). Ese cambio significativo puede ocurrir cuando los Analistas de la Conducta están utilizando las 7 dimensiones de ABA #getacab.

A continuación vamos a centrarnos en cada una de las mencionadas siete dimensiones con más detalle con el objetivo de ayudar a crecer su comprensión en cada una de ellas.

Generalidad

Cuando se pretende cambiar un comportamiento, ese cambio no debe programarse sólo para que se produzca en el momento, o durante un corto periodo de tiempo. El cambio de comportamiento, es decir, las habilidades adquiridas durante el tratamiento, deben resistir la prueba del tiempo. Además, debe mantenerse en diferentes personas y entornos mucho después de que el tratamiento haya finalizado.

A menudo el ABA se lleva a cabo en un entorno estéril, o en un entorno de tipo más clínico. Aunque la programación se realiza inicialmente en este entorno, el tratamiento debe diseñarse de manera que refleje el entorno natural del individuo. Al hacerlo, ayudamos a garantizar que el comportamiento se generalice en diferentes entornos fuera del tratamiento, y que se mantenga a lo largo del tiempo. La mejor práctica es contar con personal constante durante el tratamiento de su hijo, pero el niño debe tener acceso a practicar las habilidades aprendidas con otros niños y con el personal. Un tratamiento no se considera eficaz o exitoso hasta que se logra la generalidad.

Eficaz

Los objetivos deben reflejar y ser relevantes para el cliente y la cultura de su comunidad, pero igual de importante es que las intervenciones que se utilicen sean eficaces. Las preguntas importantes que hay que hacerse son: «¿Está funcionando la intervención? «¿Estoy viendo que los datos van en la dirección deseada?» Estas preguntas pueden responderse mediante la supervisión frecuente del progreso de la recopilación de datos y la observación de las intervenciones que se están utilizando.

Tecnológica

Una intervención debe estar escrita de forma que describa todos los componentes con la suficiente claridad y detalle para que cualquier otra persona pueda reproducirla. Para que esto sea posible, todas las técnicas que componen una intervención deben estar plenamente identificadas y descritas. Como ejemplo, piense en su receta favorita de Pinterest para hacer un pastel: está bien escrita, es fácil de entender y se puede ejecutar. Tanto es así que hasta mi marido puede hacerla!. La aplicación de las intervenciones de análisis de la conducta a los individuos es claramente más compleja, sin embargo, debe seguir las mismas reglas. Supongamos que la intervención descrita es difícil de entender o no está claramente escrita; las posibilidades de que todos los miembros del equipo de tratamiento apliquen el tratamiento de la misma manera son bajas. Cuando una intervención conductual es tecnológica, la intervención es fácil de replicar y la integridad del tratamiento es alta.

Aplicado

El término aplicado se refiere a la implementación de las intervenciones ABA en la sociedad, después de haber pasado por la investigación en un laboratorio. Los analistas de la conducta deben centrarse en estos principios de aplicación del ABA para cambiar las conductas socialmente significativas. Los objetivos particulares del tratamiento decididos como enfoque prioritario se basan en su importancia para el individuo, y la familia de los individuos. Los comportamientos socialmente significativos de cada individuo son individuales para ellos, y son las habilidades que permitirán a este individuo funcionar más fácilmente, y con éxito, dentro de su entorno. Para que la intervención sea socialmente válida, debe producir un cambio significativo que se mantenga a lo largo del tiempo.

Por ejemplo, si un niño tiene conductas de rabietas porque no es capaz de comunicar eficazmente sus deseos y necesidades, ¿cuál sería una conducta significativa a la que dirigirse? Enseñar al niño a comunicar eficazmente sus deseos y necesidades sería un objetivo socialmente válido. Afectaría inmediatamente a la vida cotidiana del cliente, así como a las vidas de quienes interactúan con el niño a diario (familiares, profesores, amigos). Al considerar las intervenciones de tratamiento, el equipo siempre debe considerar la importancia inmediata que tendrá para el cliente el cambio de conducta que se pretende lograr.

Conceptualmente sistemática

Decir que una intervención es conceptualmente sistemática, dice que la intervención está basada en la investigación y representa los principios del análisis de conducta aplicado. Una pregunta importante que hay que hacerse es: «¿Esta intervención es consistente con los principios que se han determinado como efectivos tal y como se definen en la investigación?»

Analítica

Ser analítico significa mirar los datos para tomar decisiones basadas en datos, lo que significa que se deben recoger datos sobre las intervenciones. Al mirar los datos, si una intervención que se está utilizando no está mostrando un cambio / aumento en el comportamiento deseado, entonces se justifica un cambio. Una vez que la intervención se modifica y los datos muestran un aumento en la dirección deseada, entonces podemos demostrar una relación fiable entre nuestra intervención y el aumento del comportamiento positivo. Esto aborda la cuestión de la credibilidad: ¿la intervención que se utiliza y los datos que muestran el cambio son suficientes para probar una relación funcional fiable?

Comportamiento

El comportamiento debe ser observable y medible para que se pueda cambiar. Si podemos observar y ver el comportamiento, podemos medirlo con datos, y entonces podemos cambiarlo (Gilmore, 2019). Cuando decimos el término «comportamiento» no sólo tiene que significar un comportamiento «malo», sino que el comportamiento también puede ser un comportamiento apropiado o deseable. Los analistas de conducta quieren aumentar algunas conductas y disminuir otras. También es importante describir el «cambio de comportamiento» en términos de cómo se cambia la vida del niño, en lugar de sólo su comportamiento.

Entender las 7 dimensiones del Análisis de Conducta Aplicado y cómo se implementa dentro de los objetivos y la programación de su hijo o hija ayudará a crear cambios más significativos y producir un mayor impacto.