El yoga es ampliamente conocido por reducir el estrés, mejorar la flexibilidad y la concentración, y promover una sensación de paz, por nombrar sólo algunos de sus posibles resultados positivos. Sin embargo, además de sus beneficios físicos, los investigadores están empezando a comprender mejor los beneficios terapéuticos del yoga para los problemas de salud mental. De hecho, algunas investigaciones indican que el yoga puede ser una «prescripción» eficaz para una miríada de las razones más comunes por las que las personas acuden a la psicoterapia.
Así como ciertos medicamentos psiquiátricos han demostrado cierta eficacia para reducir la ansiedad y la depresión, es importante entender que otras terapias como el yoga han demostrado mejorar la salud mental. El yoga ya no se considera un enfoque exclusivamente «holístico» para mejorar la salud mental y el bienestar; en los últimos años, ha ganado adeptos científicos y cuenta con una amplia investigación que respalda sus beneficios.
Por ejemplo, se ha demostrado que el yoga ayuda en lo siguiente:
1. Reducir la ira: En un estudio de adolescentes (2012), se demostró que el yoga aumenta la capacidad de controlar la ira, en comparación con un grupo que sólo participó en la educación física. También se ha demostrado que la práctica del yoga disminuye la agresión verbal en los adultos.
2. Reducir la ansiedad: Numerosos estudios han encontrado que el yoga puede disminuir los síntomas de ansiedad, incluyendo la ansiedad de rendimiento. En un estudio (2013) con músicos adolescentes, el yoga disminuyó la ansiedad en las actuaciones en grupo y en solitario.
3. Mejora del sueño: En un estudio (2012) con mujeres posmenopáusicas con diagnóstico de insomnio, el yoga redujo la gravedad del insomnio en comparación con un grupo de control. Otro estudio de mujeres con síndrome de piernas inquietas mostró que el yoga mejoró múltiples dominios de la calidad del sueño reportada.
4. Reducir los síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT): En un estudio (2014) centrado en mujeres adultas diagnosticadas con TEPT, el yoga redujo significativamente los síntomas del TEPT en las mujeres que recibieron un tratamiento de yoga de 10 semanas en comparación con el grupo de control. Al final del estudio, el 52 por ciento de las mujeres que practicaron yoga ya no cumplían los criterios de TEPT, en comparación con el 21 por ciento del grupo de control.
5. Mejora del estado de ánimo: Los estudios han demostrado que el yoga puede ayudar a reducir la depresión, mejorar el afecto y disminuir el estrés percibido. Por ejemplo, en un estudio con una población carcelaria (2013), una clase de yoga de 10 semanas aumentó el afecto positivo y redujo el estrés psicológico reportado.
¿Por qué funciona el yoga? El yoga ayuda al corazón
Muchas personas que practican yoga creen que funciona simplemente porque se sienten bien después. Pero las investigaciones apoyan los efectos fisiológicos concretos del yoga, lo que ayuda a explicar por qué ayuda con los problemas de salud mental y la regulación de las emociones. Esto tiene que ver con la capacidad del yoga para aumentar la variabilidad del ritmo cardíaco, o VFC. El aumento de la VFC calma el sistema nervioso autónomo, donde el cuerpo almacena los traumas.
Los investigadores han descubierto que tanto el yoga como la meditación pueden ayudar a aumentar la VFC. ¿Por qué es importante la VFC? La VFC es simplemente la distancia entre un latido y el siguiente. El objetivo es tratar de aumentar la VFC porque se ha demostrado que calma el sistema nervioso autónomo y regula las emociones. Imagina que te sientes estresado o ansioso. Su respiración es superficial y su corazón puede latir rápidamente. Esto es una disminución de la VFC. Cuando se siente relajado o respira profundamente, hay más espacio entre cada latido y su VFC aumenta. Esto lleva a sentirse más regulado emocionalmente o tranquilo.
La disminución de la VFC se correlaciona con estados afectivos negativos como la ansiedad, el estrés, el TEPT y la ira. Los individuos que sufren depresión, ansiedad, flashbacks y arrebatos de ira suelen tener problemas para regular sus emociones. Las personas que tienen un sistema nervioso autónomo mal regulado pueden desequilibrarse fácilmente tanto a nivel mental como físico. Algunos ejemplos son el «estallido» por una molestia menor, la ira en la carretera o el llanto en público cuando no está justificado. Al practicar actividades que aumenten tu VFC -como el yoga- puedes ayudar a reentrenar tu corazón y tu fisiología, lo que puede conducir a la regulación de las emociones y a un estado más tranquilo.
El yoga es una gran terapia complementaria tanto si es «prescrito» por su terapeuta como si no. Por suerte, ¡no es necesaria ninguna prescripción real! Encontrar el programa adecuado puede consistir en un poco de ensayo y error ya que hay varios tipos de yoga para elegir (caliente, yin, hatha, yang, etc). Algunos disfrutan de los estilos más físicos y activos (yang), como el vinyasa o el bikram. Otros pueden disfrutar de una práctica más lenta (yin) o una combinación de ambos. Independientemente del tipo de yoga que elijas, sus numerosos beneficios físicos y psicológicos pueden convertirlo en una parte importante de tu proceso terapéutico.
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