La vida es un verdadero desperdicio si no puedes disfrutarla al máximo. No importa el éxito que tengas y lo ocupada que esté tu agenda, disfrutar de tu vida es importante. Esa es la razón por la que creo; la mayoría de las personas ricas no son tan exitosas como deberían ser.

No es el destino de la vida lo que importa, sino el viaje.

Aquí hay algunos consejos que harán que este viaje sea impresionante y asegurarán que lo vivas sin ningún tipo de arrepentimiento.

1. Siempre habrá personas que te den consejos sobre cómo vivir tu vida.

Siempre vendrán con Consejos GRATIS para tu situación vital, pero no los sigas ciegamente.

Respeta la opinión de todos y escúchala con atención, pero haz sólo lo que tenga sentido para ti.

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2. Vive el presente: Olvídate de lo que vas a hacer mañana y sólo trata de vivir al máximo el día de hoy.

Mucha gente ahorra dinero para poder disfrutar después de 5 o 6 años, ¿cuál es la garantía de que vives hasta entonces?

No, no queremos que te ocurra nada malo, pero nada está garantizado en la vida.

No sabemos lo que nos puede deparar el mañana, y no tenemos garantizado que vayamos a ver el sol mañana.

Vive el presente y disfruta al máximo. Tu vida no va a ser emocionante si no haces que este momento sea agradable.

3. Puede parecer que tus amigos son mejores que tú o que tienen una vida mejor que la tuya.

Claro que puede ser cierto, pero compararte con otra persona es simplemente un desperdicio de ti mismo.

Tú no te has criado como ellos, así que comparar es simplemente una de las cosas más tontas que puedes hacer.

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4. No te aferres a nada; debes saber que todo es temporal y que pueden dejarte en cualquier momento.

No llores cuando te dejen, en su lugar alégrate de que alguna vez fueron parte de tu vida.

Aferrarte a ellos sólo te hará más débil, e inseguro.

Sólo recuerda: Aquellos que quieren permanecer en tu vida encontrarán una manera. Los que no, encontrarán una excusa.

5. Haz siempre lo que te haga feliz, olvídate de la gente que piensa lo contrario.

Es tu vida y deberías tener el control total sobre lo que haces y cómo la vives.

Lo más importante es tu felicidad, no la de los demás. Tratar de complacer a todo el mundo es una pérdida de tiempo, y ¿por qué deberías hacerlo? ¿Te están pagando? No.

Haz de tu felicidad tu prioridad.

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6. Sé amable y generoso, pero no seas tan recto que hasta un perro pueda lamerte la cara. Hay algo llamado, «karma», que te recompensa por todas las acciones que haces (buenas o malas).

Si ayudas a alguien hoy, otra persona te devolverá la ayuda en el futuro. Pero eso es otra cosa.

Sólo ayuda a la gente desinteresadamente sin esperar nada, pero no dejes que sus problemas te desgarren, no debe perturbar tu paz interior.

7. No te quejes de tu presente. Tu presente es el resultado de tu pasado, y sólo tú debes tener la culpa de él.

Incluso si no eres tú quien tiene la culpa, no debes quejarte de ello.

¿De qué sirve quejarse cuando no se puede cambiar nada?

Lo único que puedes hacer es asumir la responsabilidad de cambiarlo o dejar que las cosas funcionen como están.

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8. Deja de intentar complacer a todos en tu vida. Ni siquiera Dios puede complacer a todos los seres humanos, la gente invariablemente quiere algo mejor y nunca estará satisfecha con lo que ofreces.

La única persona a la que debes impresionar a diario es = ¡a ti!

Ya es hora de que dejes de dar tanta importancia a los demás en tu vida.

9. Gasta dinero en experiencias.

Gastar dinero en materiales es demasiado corriente, y además no te dará suficiente felicidad.

En lugar de gastar dinero en comprar un Jaguar nuevo, considera la posibilidad de ir de vacaciones con tus amigos a lugares lejanos.

Te dará una experiencia inolvidable.

10. No te decepciones por nada. Puede haber miles de razones para estar decepcionado hoy, pero es otra forma de perder tu precioso tiempo.

Puede que estés decepcionado con tus seres cercanos, en ti mismo o con tu vida, pero acepta que no tienes control sobre ello.

Sólo confía en ti mismo, en tu dios o simplemente en el universo, y cree que todo se arreglará en el momento adecuado.

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